El gobierno de Buenos Aires organizó jornadas para promover la inserción laboral de personas mayores, enfrentando prejuicios y valorando su experiencia en el mercado de trabajo.
Buenos Aires está dando pasos firmes hacia una mayor inclusión laboral de las personas mayores de 50 años, promoviendo un mercado de trabajo más justo, diverso e intergeneracional.
En el marco del ciclo de encuentros denominado 'Dialogando BA', el gobierno porteño reunió a más de 150 participantes, entre ellos representantes del sector privado, organizaciones sociales y adultos mayores, con el fin de debatir y diseñar estrategias para derribar barreras y prejuicios que limitan la participación de este grupo en el mercado laboral.
Estas jornadas se llevaron a cabo en dos fechas clave durante el mes de abril, en un esfuerzo por visibilizar los desafíos que enfrentan las personas mayores en su búsqueda de empleo y promover políticas inclusivas que reconozcan su experiencia y valor.
La iniciativa fue organizada por la Secretaría de Gobierno y Vínculo Ciudadano, en colaboración con la Dirección General de Economía Plateada del Ministerio de Desarrollo Humano y Hábitat, en línea con las políticas de envejecimiento activo que promueve la Ciudad.
El primer encuentro se realizó en el Museo Moderno, en el corazón de Buenos Aires, y reunió a más de 40 expertos, representantes empresariales y organizaciones sociales.
En los paneles se abordaron temas como el edadismo en los procesos de selección, que aún persiste en muchas empresas, la escasa implementación de políticas inclusivas y la invisibilización del valor que aportan los adultos mayores en los equipos de trabajo.
Entre las propuestas que surgieron, destacaron la eliminación de la edad en los currículums vitae, para evitar sesgos en las búsquedas laborales, la implementación de incentivos fiscales para las empresas que contraten a personas mayores de 50, y la creación de programas de capacitación y actualización profesional dirigidos a este grupo.
Además, se propuso lanzar campañas de sensibilización para eliminar prejuicios y promover la diversidad generacional.
César Torres, secretario de Gobierno y Vínculo Ciudadano, afirmó: “La edad no debe ser un obstáculo, sino una fuente de conocimiento y experiencia.
La inclusión laboral requiere diálogo, voluntad política y un compromiso conjunto de todos los sectores”. Además, destacó que estos encuentros están sirviendo para delinear una hoja de ruta que involucre tanto al sector público como al privado en la construcción de un mercado laboral más equitativo.
La segunda jornada se llevó a cabo en la sede de la Fundación Navarro Viola y contó con la participación de más de 100 adultos mayores de 50 años quienes compartieron sus experiencias directas.
Los testimonios reflejaron obstáculos como la persistencia de estereotipos que vinculan la edad con obsolescencia, la brecha digital que limita el acceso a nuevas oportunidades y la falta de visibilidad en los canales tradicionales de búsqueda laboral.
Frente a estos desafíos, los participantes propusieron soluciones concretas como la creación de ferias de empleo específicas para adultos mayores, conocidas como ferias 'silver', y el diseño de bolsas de trabajo exclusivas que faciliten su acceso a oportunidades laborales.
También sugirieron la implementación de talleres de capacitación digital adaptados a sus necesidades y el impulso de leyes que establezcan cupos de empleo etario en el sector formal.
Estas iniciativas forman parte de un compromiso más amplio por parte del gobierno porteño, que busca no solo reducir la brecha generacional en el empleo, sino también potenciar el valor que aporta la experiencia de quienes han contribuido durante décadas a la economía y la sociedad.
La tendencia hacia una población envejecida hace imprescindible que las políticas públicas en materia laboral evolucionen para incluir a todos los grupos etarios.
El envejecimiento poblacional es un fenómeno global que afecta a muchas ciudades del mundo, incluyendo a Buenos Aires, que actualmente tiene una de las poblaciones más longevas de América Latina.
Desde 1950, la expectativa de vida en la Argentina ha aumentado significativamente, alcanzando en promedio los 76 años, según datos de la Organización Mundial de la Salud.
Esto implica que, en las próximas décadas, la proporción de personas mayores en la población total seguirá creciendo, haciendo aún más urgente la implementación de políticas que promuevan su integración y participación activa en todos los ámbitos.
En este contexto, la iniciativa de Buenos Aires se enmarca en un movimiento global por reconocer y valorar la experiencia y capacidades de los adultos mayores, promoviendo un envejecimiento activo y saludable, además de fortalecer la economía social y solidaria.
La inclusión laboral de mayores de 50 años no solo beneficia a las personas, sino que también aporta a la diversidad en las organizaciones, fomenta el intercambio generacional y ayuda a construir una sociedad más equitativa y resiliente.