Este sábado, Buenos Aires vivirá una jornada histórica con una misa homenaje al Papa Francisco en la Catedral Metropolitana, acompañada de cortes de calles y una caravana que movilizará a miles de personas en la ciudad. Conoce todos los detalles de esta importante celebración y cómo afectará la circulación en la zona.

Este sábado 26 de abril de 2025, la ciudad de Buenos Aires se prepara para una de las celebraciones más importantes en honor al Papa Francisco, quien nació en esta misma ciudad y ha llegado a ser una de las figuras más influyentes de la Iglesia Católica a nivel mundial.

La jornada comenzará a las 10 de la mañana con una misa homenaje en las escalinatas de la Catedral Metropolitana, ubicada en la Plaza de Mayo, uno de los sitios más emblemáticos de la capital argentina.

La misa será presidida por el Arzobispo de Buenos Aires, Jorge García Cuerva, y se espera la participación de miles de fieles y visitantes que desean rendir tributo al pontífice argentino, quien en 2013 fue elegido como el primer Papa latinoamericano en la historia.

La celebración también servirá para recordar los hitos históricos de su vida, desde sus humildes orígenes en el barrio de Flores hasta su elevación a la máxima autoridad de la Iglesia.

Tras la ceremonia religiosa, se realizará una caravana que recorrerá alrededor de la Plaza de Mayo, en una demostración de cariño y respeto hacia el Papa Francisco.

Esta manifestación movilizará a un gran número de personas y tendrá un recorrido cuidadosamente planificado para garantizar la seguridad y el orden público.

Para ello, desde las 6 de la mañana del sábado y hasta las 6 de la tarde del domingo, se implementarán cierres totales en el perímetro comprendido por las avenidas Corrientes, Leandro N.

Alem, Belgrano y Carlos Pellegrini.

Además, durante el recorrido de la caravana, se efectuarán cortes temporales y sucesivos en diferentes calles para facilitar el paso y evitar aglomeraciones.

Entre los cortes más importantes, se encuentran la Avenida Rivadavia, entre Leandro N. Alem y la Avenida Pres. Roque Sáenz Peña, así como en Bartolomé Mitre y otras arterias principales. Estos cortes buscan mantener la seguridad de los asistentes y garantizar un flujo ordenado durante toda la jornada.

Históricamente, Buenos Aires ha sido escenario de diversas celebraciones por figuras religiosas y eventos culturales de gran impacto. La presencia del Papa Francisco en la ciudad en distintas ocasiones ha generado movilizaciones masivas y una profunda emoción popular. En 2013, cuando fue elegido pontífice, miles de argentinos salieron a las calles para celebrar esa histórica elección.

El impacto de esta celebración no solo será en el ámbito religioso, sino también en la economía y el turismo local. Se estima que miles de visitantes nacionales e internacionales llegarán para participar en los eventos, lo que beneficiará a hoteles, restaurantes y comercios en general.

Además, la ciudad aprovechará la ocasión para realzar su imagen como destino cultural y espiritual.

En los días previos, otros eventos relacionados también han generado interés, como jornadas culturales, exposiciones y actividades educativas en diferentes barrios de la ciudad.

La Municipalidad de Buenos Aires ha organizado una serie de actividades complementarias para que residentes y turistas puedan disfrutar de la historia y la influencia del Papa Francisco en su ciudad natal.

Este tipo de celebraciones también refuerzan la identidad cultural de Buenos Aires, una ciudad que combina tradición y modernidad, y que ha sido hogar de numerosos personajes históricos en el ámbito religioso, político y artístico.

La presencia del Papa Francisco en estos eventos reafirma su vínculo con la comunidad porteña y su influencia en la cultura local.

En conclusión, la jornada del sábado 26 de abril será un día de gran importancia para Buenos Aires, marcada por una celebración que une fe, historia y comunidad.

Los cortes de calles y las actividades programadas buscan garantizar una experiencia segura y significativa para todos los asistentes, dejando una huella imborrable en la memoria colectiva de la ciudad.