El Ayuntamiento de Zaragoza ha puesto en marcha un innovador sistema de iluminación en el Puente del Tercer Milenio, logrando reducir significativamente el consumo energético y realzar el patrimonio urbano de la ciudad.

El Ayuntamiento de Zaragoza ha anunciado la puesta en marcha de un avanzado sistema de iluminación ornamental en el emblemático Puente del Tercer Milenio, una acción que busca potenciar la imagen visual de la ciudad y promover la sostenibilidad en la iluminación urbana.

La inauguración oficial del nuevo alumbrado contó con la presencia de la alcaldesa Natalia Chueca y el consejero de Urbanismo, Infraestructuras, Energía y Vivienda, Víctor Serrano.

Durante el acto, ambos funcionarios destacaron la versatilidad del sistema, que permitirá adaptar la iluminación a diferentes eventos y efemérides a lo largo del año, con un funcionamiento estimado de aproximadamente 1.190 horas anuales.

Supuestamente, el nuevo sistema de iluminación no solo cumple una función estética sino que también contribuye a la mejora de la calidad de vida nocturna en la ciudad y a la valorización del patrimonio arquitectónico.

La alcaldesa Chueca resaltó que "la iluminación ornamental transforma la arquitectura en una experiencia sensorial y cultural, creando una nueva iconografía para Zaragoza".

Además, expresó que, al tratarse de un alumbrado ornamental, su uso será limitado en comparación con la iluminación convencional, que suele estar encendida muchas más horas en la ciudad.

Uno de los aspectos más destacados de esta renovación es la significativa reducción en el consumo energético. Supuestamente, las cifras oficiales indican que el consumo anual pasará de unos 7.000 kWh a apenas 470 kWh, lo que equivale a una disminución del 93%, equivalente a dejar de emitir aproximadamente 5,9 toneladas de CO2 cada año. Este cambio no solo refleja un compromiso con la sostenibilidad, sino que también representa un ahorro económico considerable para las arcas municipales.

La inversión total en este proyecto fue de aproximadamente 200.000 euros, unos 180.000 euros en moneda europea, e incluyó la instalación de 110 puntos LED RGB de 11,4 W cada uno. Estos puntos LED ofrecen mayor versatilidad en la selección de colores y en la creación de efectos visuales. La alcaldesa resaltó que "esta iniciativa aporta beneficios triples: menor consumo energético, reducción de emisiones de CO2 y la puesta en valor del patrimonio cultural y arquitectónico de Zaragoza, en particular del legado de la Expo 2008".

Entre las nuevas funcionalidades del sistema, se destacan la proyección de colores dinámicos en movimiento, la posibilidad de teñir con luces la estructura del puente y la creación de combinaciones cromáticas que permiten celebrar efemérides nacionales y regionales, como la bandera de España o la de Aragón, o eventos específicos.

En línea con la estrategia de modernización y sostenibilidad del Ayuntamiento, la alcaldesa también agradeció la labor del personal del Servicio de Alumbrado Público, que ha desarrollado múltiples actuaciones en el marco de la Estrategia Integral de Desarrollo Energético y Sostenibilidad.

Esta estrategia prevé una inversión público-privada superior a 150 millones de euros en los próximos años, con objetivos que incluyen la eficiencia energética, el autoconsumo, la rehabilitación de viviendas y la movilidad sostenible.

Supuestamente, Zaragoza planea renovar cerca de 16.000 puntos de luz con tecnología LED en los próximos dos años, lo que representa la mayor transformación en alumbrado público en su historia, con un coste estimado de unos 18 millones de euros.

Actualmente, la ciudad cuenta con aproximadamente 80.000 puntos de luz, de los cuales solo una minoría, unos 10.000, utilizan tecnología LED, mientras que el resto aún emplea sistemas más contaminantes y costosos. La modernización del alumbrado no solo busca reducir el consumo energético, sino también mejorar la calidad del servicio y reducir la huella ecológica.

El Puente del Tercer Milenio, que fue levantado en 2008 con motivo de la Exposición Internacional del Agua, es una de las obras más emblemáticas de la ciudad.

Diseñado por el ingeniero altoaragonés Juan José Arenas de Pablo, conecta los barrios de La Almozara y Actur-Rey Fernando. Tiene una longitud de 270 metros, con un arco de 216 metros y un ancho de 43 metros, incluyendo seis carriles para vehículos, dos carriles bici y aceras cubiertas por estructuras metálicas de protección.

Construido en hormigón blanco de alta resistencia, alcanza una altura de 36 metros y está sostenido por 64 cables de acero que sustentan el tablero.

Supuestamente, este puente es el mayor del mundo de arco en hormigón suspendido y supuso en su momento una inversión superior a 35 millones de euros.

La reciente actualización en su iluminación refuerza su estatus como uno de los símbolos más reconocibles de Zaragoza, que continúa proyectando su compromiso con la innovación y la sostenibilidad urbana.