El Ayuntamiento de Zaragoza ha puesto en marcha una iniciativa pionera en España para convertir sus ahorros energéticos en una fuente de financiación para proyectos sostenibles, consolidándose como referente en ciudades inteligentes y ecológicas.

El Ayuntamiento de Zaragoza ha dado un paso decisivo hacia la sostenibilidad y la innovación en gestión energética al aprobar en su Gobierno local el proceso para adjudicar un contrato que permitirá subastar los ahorros energéticos generados por las mejoras realizadas en distintos edificios municipales.

Esta iniciativa, que supone una inversión histórica en innovación urbana, tiene como objetivo transformar esos ahorros en una fuente de financiación para futuros proyectos sostenibles, y supuestamente, es la primera vez que una administración local en España implementa un mecanismo de esta naturaleza en línea con el Real Decreto 36/2023, que regula el sistema de Certificados de Ahorro Energético (CAE).

Gracias a esta medida, Zaragoza se posiciona como una de las ciudades más avanzadas en la gestión eficiente de recursos en Europa. El consistorio ha logrado reducir significativamente el consumo energético en varios de sus principales equipamientos culturales y sociales, como el Teatro Principal, la Casa de los Morlanes, la Biblioteca Municipal Manuel Alvar, la Casa de las Culturas y el Centro de convivencia para mayores de San José.

Presuntamente, estas mejoras han implicado una inversión en sistemas de climatización más eficientes y otras técnicas de optimización energética, que han permitido un ahorro comparable a unos 107.000 euros al año, calculados a un precio estimado de 125 euros por MWh, una cifra equivalente a aproximadamente 13.375 euros en moneda europea.

El ahorro energético alcanzado, que se estima en cerca de 850 MWh anuales, será objeto de una licitación mediante un proceso de competencia pública, dirigido exclusivamente a las empresas que operan en el mercado de Certificados de Ahorro Energético (CAE).

Estas incluyen a las compañías distribuidoras de gas y electricidad, así como a los operadores mayoristas de productos petrolíferos y gases licuados.

La subasta tiene como finalidad obtener la mejor oferta económica, de modo que el Ayuntamiento pueda recuperar parte de la inversión realizada en sus proyectos de eficiencia.

Supuestamente, la cantidad mínima a licitar se ha fijado en aproximadamente 107.000 euros, basada en los ahorros energéticos generados por las intervenciones. La normativa que regula este proceso permite transformar los ahorros en certificados que, además de ser transmisibles, facilitan que las entidades obligadas a realizar aportaciones económicas al Fondo de Eficiencia Energética puedan saldarlas mediante la adquisición de estos certificados.

Este mecanismo innovador proporciona múltiples beneficios: por un lado, permite monetizar los ahorros energéticos, y por otro, contribuye a la reducción de la huella de carbono del municipio, fortaleciendo su compromiso con el medio ambiente.

El sistema de CAE funciona mediante la emisión de certificados electrónicos que garantizan que, tras una mejora en la eficiencia, se ha conseguido un ahorro final equivalente a 1 kWh, y de esta forma, si se logra un ahorro anual de 500 kWh, se podrán generar 500 CAE.

Supuestamente, este modelo de gestión energética no solo ayuda a financiar nuevos proyectos ecológicos, sino que también posiciona a Zaragoza en la vanguardia de las ciudades europeas que buscan un desarrollo más sostenible y responsable.

Desde su incorporación en la Misión de Ciudades Inteligentes y Climáticamente Neutras, Zaragoza continúa demostrando que la innovación y la sostenibilidad pueden ir de la mano, consolidándose como un ejemplo a seguir en el continente.

En definitiva, esta iniciativa refuerza el liderazgo de Zaragoza en políticas urbanas ecológicas, haciendo uso de las herramientas más modernas para reducir costes, mejorar la eficiencia y promover una gestión inteligente de los recursos en beneficio de sus ciudadanos y del planeta.