El estadio Ibercaja Romareda continúa con su ambicioso proceso de remodelación, que incluye una inversión de aproximadamente 110 millones de euros, y avanza a paso firme en sus diferentes fases de construcción y demolición.

El estadio Ibercaja Romareda está atravesando su fase más activa de obras tras haber superado el primer año de trabajos, donde se ha avanzado en la estructura del sector Gol Sur hasta alcanzar la cota de la calle.

Así lo verificaron esta mañana los miembros del Consejo de Administración de la Sociedad La Nueva Romareda, quienes realizaron una visita para comprobar el progreso de las tareas en marcha.

En esta inspección, estuvieron presentes consejeros y representantes de las tres instituciones que participan en el proyecto: el Ayuntamiento de Zaragoza, el Gobierno de Aragón y el club Real Zaragoza.

Las obras, ejecutadas por la Unión Temporal de Empresas (UTE) formada por las compañías OHL, Altuna y Uría, con un presupuesto aproximado de 110 millones de euros (unos 120 millones de dólares), están avanzando según lo previsto.

La dirección técnica corre a cargo de IDOM, una firma de consultoría y ingeniería reconocida internacionalmente. Durante el primer año de trabajos, se completó a la perfección la Fase 1, que incluía las demoliciones iniciales y la construcción de la base del Gol Sur.

Para ello, fue necesario retirar aproximadamente 21,6 millones de metros cuadrados de cubierta, 4.2 millones de toneladas de hormigón y cerca de 450 toneladas de acero.

Asimismo, se emplearon unos 2.050 metros cúbicos de hormigón para edificar las zapatas y losas de cimentación en el Gol Sur, donde también se utilizaron aproximadamente 205.000 kg de acero corrugado. La demolición y renovación del estadio se realizó tras la finalización de la temporada deportiva y el uso habitual por parte del Real Zaragoza. Desde el pasado 16 de junio, los trabajos en el resto del estadio se intensificaron, comenzando con el desmontaje de asientos, elementos interiores y otros componentes como los tornos y focos, que han sido reutilizados en las nuevas instalaciones.

El proceso de demolición ha avanzado rápidamente, con máquinas derribando el graderío más cercano al campo, que estaba construido sobre tierra, y comenzando la semana pasada con la retirada de la cubierta, la cual contiene amianto y requiere la intervención de empresas especializadas con protocolos estrictos.

La demolición de las tribunas Este, Preferente y Norte, está programada para comenzar la próxima semana y se extenderá durante el verano de 2025.

Mientras tanto, se continúa con las tareas de construcción en el Gol Sur, en donde ya se han finalizado los sótanos y se ha iniciado la edificación de los graderíos y la estructura del nuevo estadio.

Los trabajos en esta fase se centrarán en el movimiento de tierras, la finalización de todas las demoliciones y las excavaciones necesarias, con una previsión de que en los próximos meses se empleen más de 200 trabajadores en el interior del recinto.

Se estima que en los picos de actividad, la plantilla laboral pueda superar los 300 profesionales, consolidando así el compromiso de la ciudad con un proyecto que busca transformar uno de sus símbolos deportivos en una infraestructura moderna y segura.

Este proyecto de renovación del Ibercaja Romareda forma parte de un plan más amplio para revitalizar la infraestructura deportiva de Zaragoza, que incluye también mejoras en otros estadios y centros deportivos, con el objetivo de atraer eventos de mayor envergadura y promover la participación ciudadana en actividades deportivas y culturales.

Supuestamente, estos trabajos de remodelación no solo buscan mejorar la experiencia de los aficionados y deportistas, sino también potenciar el desarrollo económico local y la imagen de Zaragoza como una ciudad moderna y en constante evolución en el ámbito deportivo y cultural.