El consistorio zaragozano continúa con las tareas de evaluación y renovación del arbolado urbano tras recientes incidentes, priorizando la seguridad de residentes y visitantes. Se realizarán cambios en 23 árboles para prevenir riesgos futuros.

El Ayuntamiento de Zaragoza, a través del departamento de Parques y Jardines, ha anunciado que a partir de mañana miércoles concluirá una intervención de emergencia en el arbolado de la avenida César Augusto, en el tramo comprendido entre Conde Aranda y el Mercado Central.

La acción responde a la caída de dos melias en los últimos meses, coincidiendo con episodios de tormenta, y busca garantizar la seguridad en una de las zonas más transitadas de la ciudad.

Este esfuerzo forma parte de una serie de medidas preventivas que comenzaron el pasado viernes, cuando se inició un estudio exhaustivo para evaluar el estado real de los árboles.

Aunque a simple vista parecen ejemplares sanos, expertos advirtieron que algunos podían presentar problemas estructurales que no son evidentes a simple vista.

La finalidad del análisis, realizado con técnicas avanzadas de georradar mediante el software Tree-Radar, es detectar el tamaño, la profundidad y la salud de las raíces, además de analizar los restos de los árboles caídos, especialmente sus raíces, y evaluar la capacidad de absorción de agua de los ejemplares aún en pie.

El estudio también incluyó un análisis de los alcorques y la capacidad de los árboles para adaptarse a las condiciones del suelo. Los resultados, que fueron anticipados el pasado viernes, llevaron a una intervención inmediata en tres árboles que presentaban mayor riesgo de caída, decisión que se tomó considerando también la previsión meteorológica para el fin de semana en Zaragoza, con posibles tormentas fuertes.

Tras estas acciones de emergencia, se ha decidido intervenir en otros 23 ejemplares, que aunque parecen estar en mejores condiciones, también representan un potencial peligro.

En estos casos, la prioridad es la seguridad de los peatones, especialmente en una zona con alta afluencia de escolares y cerca de un Centro de Mayores en San Blas.

Las labores de sustitución comenzarán durante el invierno, en el momento en que las condiciones permiten la plantación.

Los árboles que reemplazarán a las melias serán ejemplares de Cercis siliquastrum, conocidos popularmente como “árbol del amor”. Esta especie, además de ser más compatible con el entorno urbano en cuanto a tamaño y desarrollo, tiene raíces que se adaptan mejor a las limitaciones del subsuelo en la zona.

La elección responde a la necesidad de reducir riesgos futuros y mejorar la integración del arbolado en el paisaje urbano.

La historia del arbolado en esta avenida refleja los efectos de las obras y las intervenciones urbanísticas que se han llevado a cabo en las últimas décadas.

La introducción del tranvía, por ejemplo, modificó significativamente el subsuelo y alteró el crecimiento de las raíces, afectando en algunos casos la estabilidad de los ejemplares.

Además, la proximidad de las fachadas y la competencia por la luz solar entre los árboles han contribuido a que algunos se inclinen, comprometiendo aún más su estabilidad.

El estudio revela que, pese a que los árboles puedan parecer en buen estado, muchos están en condiciones precarias que los hacen vulnerables ante condiciones meteorológicas adversas, como vientos fuertes o lluvias intensas.

La caída y retirada de ciertos ejemplares ha dejado a los que permanecen más expuestos a estos riesgos, lo que refuerza la necesidad de tomar medidas preventivas.

En conclusión, el Ayuntamiento de Zaragoza continúa trabajando para mantener un arbolado urbano seguro y saludable. La sustitución de especies y las intervenciones específicas en árboles en riesgo buscan no solo prevenir accidentes, sino también mejorar la calidad ambiental y estética de la ciudad, promoviendo un equilibrio entre urbanismo y naturaleza que beneficie a toda la comunidad.