Los estudiantes del colegio Escuelas Pías-Calasanz protagonizan una emotiva procesión en Zaragoza, destacando la importancia de las tradiciones y su papel en el futuro de la Semana Santa.

Los estudiantes más jóvenes del colegio Escuelas Pías-Calasanz, ubicado en Zaragoza, han llevado a cabo una emotiva procesión en las inmediaciones de la iglesia de la Mantería.

Este evento, que se ha convertido en una tradición muy arraigada en la comunidad, se ha realizado con la participación activa de los niños, quienes han desfilado con sus tambores y minipasos, mostrando su entusiasmo y compromiso con las costumbres locales.

La alcaldesa de Zaragoza, Natalia Chueca, ha estado presente en esta celebración, agradeciendo tanto al colegio como a las familias por su dedicación en mantener vivas las tradiciones de la Semana Santa.

Chueca ha destacado que este tipo de actos no solo son una manifestación cultural, sino también una valiosa oportunidad educativa. "Se aprende sobre el pasado, se refuerzan los valores que nos unen y se crea un sentido de comunidad que va más allá de las aulas", expresó la alcaldesa durante su intervención.

Esta procesión, que se lleva a cabo cada año, se ha convertido en un símbolo de la relación entre la educación y la cultura en Zaragoza. Acompañada de la consejera de Cultura y Turismo, Sara Fernández, y de las concejalas de Bomberos y Distritos, Ruth Bravo y Pilar Cortés, la alcaldesa enfatizó la importancia de involucrar a los niños en estas tradiciones, ya que, según sus palabras, "los niños también son el futuro de la Semana Santa".

Históricamente, la Semana Santa en Zaragoza ha sido un evento de gran relevancia, con raíces que se remontan a siglos atrás. Las procesiones son parte esencial de esta festividad, que atrae a miles de visitantes cada año. La participación de los más pequeños en estas actividades es fundamental para asegurar que las tradiciones perduren en el tiempo y se transmitan a las futuras generaciones.

El colegio Escuelas Pías-Calasanz ha sido un pilar en la educación y en la formación de los valores culturales y sociales de sus alumnos. A través de eventos como esta procesión, se promueve no solo el aprendizaje sobre la historia y las tradiciones de la Semana Santa, sino también la cohesión social y el sentido de pertenencia a una comunidad.

La implicación de las familias en este tipo de actividades es crucial, ya que fomenta un ambiente donde los niños pueden crecer y desarrollarse en un entorno rico en cultura.

La celebración de la procesión con tambores y minipasos es un claro ejemplo de cómo la educación y la tradición pueden entrelazarse para formar una experiencia significativa para los más jóvenes.

Este tipo de iniciativas son vitales para mantener vivas las costumbres locales, asegurando que los valores y la historia de Zaragoza continúen siendo parte de la identidad de sus habitantes.

A medida que la Semana Santa se aproxima, la comunidad de Zaragoza se prepara para vivir momentos inolvidables, y la participación de los niños del colegio Escuelas Pías-Calasanz es un recordatorio de que el futuro de estas tradiciones está en buenas manos.