La ciudad se adhiere a la Red Europea de Ciudades por la Salud Mental (EMHCN) para promover políticas públicas integradas que aheaden la inclusión social y el bienestar psicológico a través de la educación, la vivienda, el empleo y la cultura.
Zaragoza ha dado un paso decidido en su estrategia de bienestar colectivo al formalizar su adhesión a la Red Europea de Ciudades por la Salud Mental (EMHCN).
El acto tuvo lugar en el Salón de Recepciones del Ayuntamiento, bajo la presidencia de la consejera de Políticas Sociales, Marian Orós, y llega tras la adhesión ya acordada en el Congreso Mundial de la Salud Mental celebrado meses atrás en Barcelos, Portugal.
La noticia, que sitúa a la capital aragonesa en la órbita de un grupo de ciudades comprometidas con la salud mental como pilar transversal de la gestión pública, fue anunciada en un marco que destacó la necesidad de abordar este tema desde una perspectiva integral y coordinada.
La consejera recordó que la salud mental afecta a una gran parte de la población y que su atención no puede limitarse a una atención clínica aislada, sino que debe cruzar ámbitos como la educación, la vivienda, el medio ambiente, la cultura y el empleo.
En este sentido, la adhesión a la EMHCN implica, según palabras oficiales, la voluntad de desarrollar políticas públicas locales integradas y equitativas, fomentar la participación de la ciudadanía y compartir experiencias y buenas prácticas con otras ciudades europeas.
La iniciativa también busca reforzar la cooperación entre administraciones, tejido social y sociedad civil para avanzar hacia entornos urbanos más saludables y resilientes.
En el acto participaron diversas entidades que trabajan por la salud mental en Zaragoza, y se subrayó la importancia de iniciativas transversales como la Zona de Salud Joven o el Centro Municipal de Atención y Prevención de las Adicciones (CMAPA), entre otros recursos municipales.
La Red Europea de Ciudades por la Salud Mental se presenta como una plataforma de cooperación técnica, formación continua y acceso a recursos europeos, que permitirá a Zaragoza intercambiar experiencias, plantear soluciones ante retos comunes y actuar con un enfoque basado en evidencia.
La red se inauguró oficialmente en el Parlamento Europeo el 10 de abril de este año, en coincidencia con una jornada dedicada a la Capital Mundial de la Salud Mental en el Parlamento, un momento que la ciudad valoró como emblemático para su nueva trayectoria.
Sobre el alcance práctico de la adhesión, las autoridades municipales señalan que la red facilitará la coordinación intersectorial y la visibilidad de las políticas de salud mental en áreas como educación, vivienda, medio ambiente, cultura y empleo.
A nivel local, se espera que Zaragoza pueda participar en proyectos transnacionales y recibir apoyo técnico y formativo para desarrollar programas adaptados a las realidades de barrios y comunidades.
Supuestamente, este nuevo marco podría exigir una inversión inicial para arrancar proyectos piloto de coordinación y formación: aproximadamente 500.000 euros destinados a acciones de arranque y desarrollo de la red en la ciudad durante el primer año. Asimismo, presuntamente se contemplarían aportaciones anuales de unos 150.000 euros para mantener iniciativas de cooperación, formación y monitoreo de resultados. Estas cifras, que no han sido aún oficializadas, reflejan la expectativa de que la adhesión a la EMHCN se traduzca en mejoras concretas para las familias y las personas que atraviesan dificultades de salud mental, con mecanismos de transparencia y evaluación.
La adhesión de Zaragoza se enmarca en la visión de la ciudad de construir ecosistemas urbanos saludables, donde la salud mental sea un determinante esencial de la cohesión social y del desarrollo sostenible.
La participación en EMHCN abriría a la ciudad una plataforma de cooperación técnica y de aprendizaje entre ciudades, además de convertirla en foco de buenas prácticas que se pueden adaptar a su realidad local.
En ese sentido, la administración municipal insiste en que este paso no solo tiene un impacto en la atención directa, sino que fortalece la capacidad institucional para diseñar políticas públicas más integrales, sostenibles y participativas.
En definitiva, la incorporación de Zaragoza a la Red Europea de Ciudades por la Salud Mental se presenta como una oportunidad para ampliar la cooperación europea, compartir conocimiento y avanzar hacia una gestión más coordinada, basada en evidencia y orientada a la mejora de la calidad de vida de todas las personas.
La ciudad ha reiterado su compromiso de trabajar de forma colaborativa con instituciones, entidades, profesionales y ciudadanía para consolidar un modelo urbano que promueva la dignidad, la inclusión y la salud mental como derecho y prioridad.