La Cofradía de la Coronación de Espinas conmemora su 75 aniversario con una exposición en el Palacio de Montemuzo, que recorre su historia a través de fotografías, documentos y objetos que reflejan su papel en la vida social y religiosa de Zaragoza durante el siglo XX.

La Cofradía de la Coronación de Espinas cumple 75 años desde su fundación en 1951 y lo celebra con una exposición que estará abierta en el Palacio de Montemuzo hasta el 11 de enero.

La muestra ofrece un recorrido por la historia de la cofradía y su vinculación con diferentes usos que tuvo el edificio donde actualmente se encuentra, el Palacio de Montemuzo, anteriormente conocido como Palacio de Fuenclara.

El Palacio de Fuenclara, un edificio renacentista con una historia que se remonta al siglo XVI, fue en el pasado una escuela, sede de clubes deportivos y organizaciones católicas, además de albergar diferentes actividades culturales y sociales a lo largo del siglo XX.

La exposición presenta más de 100 fotografías, documentos y objetos que ilustran estos momentos históricos y el papel que desempeñó en la vida de los zaragozanos.

La muestra comienza con la época en la que el palacio funcionaba como escuela. Se exhiben fotografías de alumnos en momentos de recreo, imágenes de comuniones y otros recuerdos escolares. Para recrear esa atmósfera, se muestran además pupitres antiguos, un globo terráqueo y materiales escolares originales, permitiendo a los visitantes imaginar cómo era la educación en aquella época.

Otra sección de la exposición está dedicada al fútbol, ya que el edificio fue sede del Club Deportivo Fuenclara, uno de los equipos fundadores de la Federación Aragonesa de Fútbol.

A través de fotografías y documentos, se puede conocer la historia de este club, que posteriormente se fusionó con otros equipos y pasó a formar parte del histórico Real Zaragoza.

Entre los objetos expuestos, se encuentran camisetas, cartas sobre transferencias de jugadores y alineaciones mecanografiadas de partidos, evidenciando la importancia del deporte en la comunidad.

El palacio también fue un importante centro cultural y religioso. Tras su cesión en 1899 al Arzobispado de Zaragoza por Manuel Dronda, albergó a la Sociedad Protectora de Jóvenes Obreros y Comerciantes. La exposición destaca las actividades de viajes y excursiones realizadas por sus miembros, con imágenes de lugares como Belchite, Sobradiel y Caspe, destinos emblemáticos de la provincia de Zaragoza.

Además, las fotografías muestran la convivencia entre diferentes clases sociales en el edificio, reflejando escenas cotidianas, negocios locales como la Farmacia Lasala y momentos de ocio en el Casino Fuenclara.

Documentos como cartas, contratos laborales y de arrendamiento ilustran el amplio espectro laboral y comercial que se desarrollaba en el lugar.

Uno de los aspectos más destacados de la exposición es su historia como centro cultural y religioso. El Palacio fue escenario de actuaciones teatrales, proyecciones de cine y reuniones de grupos musicales y teatrales. Se conservan programas, apuntes de actores y fotografías de las actuaciones, además de contratos relacionados con la explotación del espacio para actividades cinematográficas.

En el aspecto religioso, la exposición recopila imágenes de las procesiones del Domingo de Ramos y del Corpus Christi, en las que participaban las diferentes asociaciones católicas que tuvieron su sede en el palacio.

Presuntamente, en 1951, la Cofradía de la Coronación de Espinas fue fundada en este mismo espacio, y en la muestra se exhiben documentos que testimonian sus primeros pasos, así como objetos religiosos, como un altar de la capilla, pasos procesionales y hábitos fundacionales.

La exposición también cuenta con visitas guiadas gratuitas, que se realizarán los viernes a las 18 horas y los sábados a las 11 horas. Se puede reservar plaza a través de la plataforma Eventbrite de Zaragoza Exposiciones, y también existe la posibilidad de organizar visitas para grupos, reservando por correo electrónico en didacticaexposiciones@zaragoza.es.

Este evento es una oportunidad única para conocer en profundidad la historia de una de las instituciones más arraigadas en Zaragoza, que ha sabido adaptarse a los cambios sociales y culturales durante más de siete décadas, dejando un legado que sigue vivo en la ciudad.

La exposición no solo rinde homenaje a los 75 años de la Cofradía, sino que también invita a la ciudadanía a valorar y recordar su historia y su influencia en la vida social, cultural y religiosa de Zaragoza a lo largo del siglo XX.