Una impresionante colección de 373 piezas del arte asiático llega a Zaragoza en una exposición que combina historia, cultura y belleza, ofreciendo una experiencia única para los visitantes hasta el 13 de octubre.

El Museo de Zaragoza alberga uno de sus mayores valores patrimoniales en su destacada Sección de Arte Asiático, que actualmente acoge una exposición que reúne 373 piezas procedentes de diversas culturas de Asia.

La muestra, titulada 'Tesoros. Colecciones de arte asiático del Museo de Zaragoza', permanecerá abierta al público hasta el 13 de octubre y representa una oportunidad única para que los visitantes puedan acercarse a la riqueza cultural y artística de esta vasta región.

Esta exposición ha sido organizada en colaboración entre el Ayuntamiento de Zaragoza y el Gobierno de Aragón, reflejando el compromiso de ambas instituciones con la promoción del patrimonio cultural.

La muestra ofrece una visión completa de las colecciones que conforman la Sección de Arte Asiático del museo, permitiendo a los asistentes explorar desde objetos religiosos hasta piezas decorativas, pasando por obras de artesanía y arte popular.

Además, varios audiovisuales contextualizan las piezas y acercan a los visitantes a las historias de los coleccionistas que han contribuido a la formación de esta colección, muchos de ellos con una profunda vinculación personal y cultural.

El escenario elegido para esta exposición, la histórica Lonja de Zaragoza, es un edificio renacentista que ha sido testigo de numerosos eventos culturales y exposiciones desde principios del siglo XX.

Su arquitectura y su historia enriquecen la experiencia del visitante, creando un diálogo entre el patrimonio arquitectónico de la ciudad y las obras de arte asiático.

En los últimos 18 meses, La Lonja ha recibido más de 230.000 visitantes, consolidándose como un centro cultural de referencia en la región.

La muestra no solo busca exhibir obras, sino también ofrecer actividades complementarias gratuitas para distintos públicos. Desde visitas guiadas para el público general, programadas los domingos por la mañana, hasta visitas familiares los sábados por la tarde, todas ellas con inscripción previa a través de la plataforma Eventbrite.

Además, se ofrecen visitas específicas para colegios, colectivos y grupos, que pueden concertarse mediante correo electrónico.

El impulso a la colección de arte asiático en Zaragoza tiene raíces en el año 2001, cuando Federico Torralba Soriano legó su colección privada al Gobierno de Aragón.

Desde entonces, el museo ha crecido en importancia y volumen, convirtiéndose en uno de los principales centros públicos en España con fondos dedicados a Asia.

La colección abarca principalmente tres áreas: objetos religiosos relacionados con el budismo y otras religiones orientales, arte chino y arte japonés, incluyendo lacas urushi, cerámicas, pinturas, y grabados.

Una de las adquisiciones más destacadas ha sido una armadura samurái del siglo XVIII, adquirida recientemente por el Gobierno de Aragón con un coste aproximado de 15.000 euros, que se suma a otras compras importantes como un conjunto de lacas japonesas decoradas con oro y marfil. La Fundación Torralba-Fortún, creada en 2002, ha jugado un papel fundamental en la conservación y promoción de estas colecciones mediante adquisiciones y actividades de investigación.

Particularmente significativa ha sido la donación de la colección Pasamar-Onila en 2023, de Víctor Pasamar Gracia, que incluye 276 obras de xilografía japonesa, muchas de ellas firmadas por artistas como Katsushika Hokusai y Uemura Shōen.

La colección, que refleja la historia y el arte de Japón, es considerada una de las más importantes de su género en Europa.

Asimismo, el museo ha enriquecido sus fondos con obras de artistas contemporáneos japoneses, como Tanzan Kotoge, y de la familia Kotoge en general, quienes han donado piezas que reflejan la tradición cerámica y la caligrafía japonesa.

También han aportado obras de artistas especializados en nihonga y shodō, fortaleciendo así el puente cultural entre Japón y Zaragoza.

El recorrido expositivo abarca desde las primeras representaciones budistas de Gandhāra, datadas en los siglos II y III, hasta obras contemporáneas del siglo XXI.

Entre las piezas más antiguas, destacan una cabeza de oferente y una cabeza de Buda, ambas en piedra y que reflejan la influencia del arte budista en la región.

El espacio final de la exposición está dedicado a la didáctica, donde los visitantes pueden aprender técnicas tradicionales como la xilografía (mokuhanga) y la laca urushi, incluso realizando sus propias estampas o tocando piezas para apreciar su textura y acabado.

Además, se han incluido animaciones en 3D de piezas digitales, enmarcadas en el proyecto 'Virtual Heritage', para ofrecer una experiencia interactiva que conecta el patrimonio cultural con las nuevas tecnologías.

En definitiva, esta exposición no solo resalta la importancia de las colecciones del Museo de Zaragoza, sino que también subraya el valor del intercambio cultural y la conservación del patrimonio oriental en España.

Gracias a la colaboración de coleccionistas, artistas y académicos, la ciudad puede presumir de contar con una de las secciones de arte asiático más completas y relevantes del país, que invita a los visitantes a viajar y comprender otras culturas a través del arte.