El Ayuntamiento de Sevilla ha establecido un convenio con asociaciones de guías turísticos para regular la actividad en el barrio de Santa Cruz, fomentando un turismo sostenible y respetuoso con los residentes y el patrimonio local.
El Ayuntamiento de Sevilla, a través del Distrito de Turismo y Cultura, ha suscrito un acuerdo pionero en colaboración con las principales asociaciones de guías turísticos de la ciudad, incluyendo AUITS, APIT, Passion Tours, AGOT y CityTour Sevilla, con el objetivo de coordinar y gestionar de manera responsable la actividad turística en el emblemático barrio de Santa Cruz.
Este acuerdo forma parte de las acciones de la Mesa de Gobernanza Turística, cuyo propósito es regular el impacto del turismo en zonas muy concurridas del casco histórico sevillano, preservando tanto su patrimonio cultural como la calidad de vida de los residentes.
El barrio de Santa Cruz, con sus estrechas calles, patios históricos y monumentos emblemáticos como la Giralda y la Plaza de Santa Cruz, ha sido uno de los principales destinos de turistas en Sevilla durante décadas.
Sin embargo, el aumento de visitantes en los últimos años ha generado desafíos, como congestión, ruido y molestias a los vecinos, dificultando la convivencia.
La historia del turismo en Sevilla se remonta al siglo XIX, cuando la ciudad empezó a consolidarse como un destino cultural y artístico en Europa, con la creación de rutas visitadas por artistas y viajeros ilustrados.
En la actualidad, Sevilla recibe millones de visitantes anualmente, lo que demanda mecanismos eficientes para gestionar su reconocimiento global sin deteriorar la vida cotidiana.
Durante el acto de firma del acuerdo, la delegada de Turismo y Cultura, Angie Moreno, destacó que "este convenio refleja la firme voluntad del Ayuntamiento de impulsar un modelo turístico equilibrado, en el que tanto sevillanos como visitantes puedan disfrutar del patrimonio sin sobresaltos.
Creemos en un turismo que suma y que respeta las características únicas de Sevilla". Moreno también resaltó la importancia de la implicación de los guías turísticos, considerados embajadores de la ciudad, quienes jugarán un papel clave en la sensibilización y en la regulación del flujo turístico.
Entre las principales medidas establecidas en el acuerdo se encuentran la limitación en el tamaño de los grupos turísticos a un máximo de 15 personas, el uso obligatorio de radioguías para reducir la contaminación acústica, y la planificación de rutas que eviten molestias a los residentes.
Además, se promoverá el comercio local y se impondrán restricciones en actividades que puedan interferir con el uso público del espacio. Se implementarán también acciones de formación, como cursos de primeros auxilios destinados a los guías, y se trabajará en la revisión y mejora del programa SICTED, promovido por el Ayuntamiento para garantizar la calidad en los servicios turísticos.
El convenio tendrá una duración hasta finales de 2025, y se establecerá una comisión de seguimiento para asegurar el cumplimiento de los compromisos y explorar nuevas áreas de cooperación.
Moreno afirmó que "desde el Ayuntamiento continuaremos trabajando en colaboración con el sector y la comunidad, porque creemos en un turismo responsable que genere oportunidades en lugar de conflictos.
Este acuerdo es un paso importante en esa dirección".
A lo largo de su historia, Sevilla ha sido escenario de múltiples cambios en su oferta turística, desde sus orígenes árabes hasta su consolidación como ciudad patrimonio de la humanidad en 1987, reconocimiento que ha incrementado aún más el flujo de visitantes.
La firma de este acuerdo busca que la presencia turística no solo sea beneficiosa para la economía local, sino también que contribuya a la conservación del patrimonio y al bienestar de sus habitantes.
Con iniciativas como esta, Sevilla reafirma su compromiso con una gestión turística sostenible y participativa, que protege sus valores culturales y garantiza un futuro equilibrado tanto para residentes como para visitantes.