La restauración del conjunto escultórico en la Glorieta de Bécquer en Sevilla ha finalizado, restaurando una obra emblemática del patrimonio municipal y reforzando las acciones de conservación en parques históricos de la ciudad.
El Ayuntamiento de Sevilla, a través del Área de Arbolado, Parques y Jardines, ha concluido recientemente los trabajos de restauración en el conjunto escultórico situado en la Glorieta de Bécquer, ubicada en el famoso Parque de María Luisa.
Esta intervención forma parte de un programa innovador impulsado por el gobierno local, con el objetivo de proteger y destacar el valioso patrimonio artístico presente en los parques históricos de la ciudad.
La obra, que data de 1910 y fue diseñada por Lorenzo Coullaut Valera como un homenaje al poeta Gustavo Adolfo Bécquer, representa una escultura que simboliza las tres fases del amor—ilusión, posesión y pérdida—, además de incluir la figura de Cupido, todo elaborado en mármol blanco y bronce.
La restauración ha sido un proceso meticuloso que abordó diversos daños acumulados a lo largo de los años. Estos daños, en gran medida ocasionados por la acción de aves, insectos, las resinas de los árboles cercanos y la contaminación ambiental, fueron también producto de actos vandálicos que afectaron la integridad de la obra.
Para devolverle su esplendor original, los expertos llevaron a cabo una limpieza profunda tanto mecánica como química en el mármol y el bronce, eliminando concreciones, residuos de resina, manchas de oxidación y grafitis.
Uno de los aspectos más destacados de la intervención fue la recuperación de piezas dañadas o perdidas. En particular, se logró restaurar los dedos de la mano izquierda de la musa enamorada utilizando originales recuperados y reproducir el meñique que faltaba.
Además, se aplicaron tratamientos protectores específicos y estabilizadores en el bronce, incluyendo inhibidores de corrosión y una capa final de resina acrílica que ayuda a preservar la escultura frente a futuros daños.
Este tipo de acciones no son aisladas, sino que forman parte de un modelo de conservación pionero en parques históricos, diseñado para responder con rapidez ante cualquier deterioro.
Este sistema permite actuar en menos de 48 horas para realizar limpiezas, consolidaciones estructurales, reposiciones y protección contra elementos dañinos como la intemperie y el vandalismo.
La iniciativa ha permitido también restaurar otras piezas en el Parque de María Luisa, como el anaquel que acompaña la Glorieta de Bécquer, las esculturas de Doña Sol y Doña Elvira, además de monumentos en la Glorieta de la Infanta María Luisa, las Águilas del Pabellón Real, y otras esculturas específicas en diferentes espacios culturales de Sevilla.
La delegada del área, Evelia Rincón, resaltó la importancia de esta intervención, afirmando que "la Glorieta de Bécquer es uno de los sitios más visitados y apreciados del Parque de María Luisa, no solo por su valor estético y romántico, sino también por su significado simbólico y literario".
Por otra parte, esta estrategia de conservación ha sido diseñada para permitir una respuesta inmediata en caso de incidencias, garantizando acciones en menos de dos días.
Los procedimientos incluyen desde limpiezas especializadas y reposiciones, hasta consolidaciones estructurales y reparaciones que refuercen la protección de las esculturas frente a agentes externos y fenómenos atmosféricos.
Con estas medidas, Sevilla continúa consolidándose como una de las ciudades españolas pioneras en la preservación de su patrimonio artístico y natural, promoviendo un equilibrio entre la protección de su rica historia y la modernización de sus servicios culturales y ambientales.
La inversión en estos proyectos de restauración es fundamental para asegurar que las futuras generaciones puedan disfrutar de estos tesoros culturales en condiciones óptimas, además de mantener vivo el legado artístico y literario que representa la figura de Bécquer en la memoria colectiva de la ciudad.