El alcalde de Sevilla entrega naranjas amargas al embajador británico en un acto que reafirma la conexión cultural entre España y el Reino Unido.
Esta mañana, en un emotivo acto celebrado en el histórico Real Alcázar de Sevilla, el alcalde José Luis Sanz hizo entrega de naranjas amargas al embajador del Reino Unido en España, Alex Ellis.
Este gesto simbólico, que se ha convertido en una tradición, tiene como objetivo enviar estos cítricos a la Casa Real británica para la elaboración de la mermelada de naranja amarga que es famosa en Gran Bretaña.
El acto tuvo lugar en el impresionante Cenador de Carlos V, un lugar emblemático del Alcázar, donde se encuentra un naranjo que es considerado el más antiguo de toda Europa, plantado supuestamente en el reinado del rey Pedro I entre 1334 y 1369.
La importancia cultural y histórica de este intercambio entre Sevilla y el Reino Unido ha sido enfatizada por el alcalde, quien recuerda que este rito tiene sus raíces en la iniciativa del rey Alfonso XIII y la reina Victoria Eugenia.
“El envío de naranjas amargas se remonta a una hermosa tradición que refuerza los lazos entre nuestras culturas. Sevilla es conocida como la ciudad de los 50,000 naranjos y hoy estamos enviando 80 kilos de estos frutos a la Casa Real británica”, expresó Sanz durante su discurso.
Este año, se espera que la recolección total de naranjas en los jardines del Alcázar supere los 23,000 kilos.
El alcalde también aprovechó la ocasión para enviar un mensaje de afecto al rey Carlos III, quien fue uno de los pocos privilegiados en visitar estos jardines en 2011 como Príncipe de Gales.
“Espero que su majestad reciba nuestro cariño y, sobre todo, nuestra invitación para que regrese a Sevilla pronto. La ciudad siempre estará encantada de recibirlo”, añadió Sanz.
La recolección y posterior envío de las naranjas amargas de Sevilla a la Casa Real no solo representa un acto de cortesía, sino que también simboliza una conexión duradera entre España y el Reino Unido, un vínculo que se ha cultivado a lo largo de décadas.
Esta tradición es un recordatorio de cómo la historia, la cultura y la gastronomía pueden entrelazarse y fortalecer las relaciones internacionales.
Es fascinante observar cómo, a lo largo de la historia, Sevilla ha sido un centro neurálgico de comercio e intercambio cultural. En el siglo XV, durante la época de los descubrimientos, la ciudad se convirtió en un punto clave para el comercio entre Europa y América, y su riqueza cultural sigue siendo palpable en sus tradiciones actuales.
Este año, el acto en el Alcázar no solo resalta la importancia de la tradición en la comunidad sevillana, sino que también pone de relieve el papel que la historia de la ciudad juega en la diplomacia moderna.
La entrega de naranjas amargas es más que un simple gesto; es una celebración del legado cultural compartido y el respeto mutuo que existe entre Sevilla y el Reino Unido.