La ciudad de Sevilla ha finalizado la retirada de las torres de alta tensión que atravesaban el barrio de Sevilla Este, mejorando espacios urbanos y la calidad de vida de sus habitantes. La intervención, realizada en colaboración con Endesa, ha supuesto una inversión de aproximadamente 450.000 euros.

En la ciudad de Sevilla, se ha completado el desmantelamiento de las últimas torres de alta tensión que estaban situadas entre el barrio de Torreblanca y el Parque Infanta Elena.

La entrega de estas estructuras, que formaban parte de la línea de alta tensión de 132 kilovatios (kV) que conectaba la línea Alcores con Santa Elvira, era una reivindicación histórica por parte de los vecinos del barrio de Sevilla Este.

El alcalde de Sevilla, José Luis Sanz, acompañado del director de Endesa en Andalucía, Extremadura, Ceuta y Melilla, Rafael Sánchez Durán, asistieron a la finalización de estos trabajos en las últimas semanas.

Se trata de una medida que, además de eliminar una fuente de contaminación visual y sonora, responde a la necesidad de integrar mejor el paisaje urbano y ofrecer nuevos espacios de ocio y esparcimiento a los residentes.

La retirada de las 21 torres y los aproximadamente 5.500 metros de cableado que atravesaban el barrio, con un peso de unas 14 toneladas, ha sido una operación compleja que requirió una estrecha coordinación entre las diferentes administraciones y servicios municipales, como movilidad, parques y jardines, y el Instituto Municipal de Deportes (IMD).

La inversión total en este proyecto ha sido de unos 450.000 euros, financiados en su mayoría por Endesa, en un esfuerzo por reducir el impacto ambiental y mejorar la calidad de vida en la zona.

Este proyecto ha contado además con un tratamiento medioambiental de los residuos generados, gestionados por una empresa autorizada, con la finalidad de promover la recuperación y el reciclaje de los materiales, alcanzando un objetivo de residuo cero.

En el pasado, en 2019, Sevilla realizó trabajos similares en otra línea de alta tensión, retirando cerca de 10.000 metros de cable en un proyecto que también pretendía urbanizar espacios urbanos aledaños.

El desmantelamiento de estas líneas de alta tensión forma parte de una estrategia más amplia en muchas ciudades españolas, donde se busca reducir la dependencia de infraestructuras energéticas tradicionales, promoviendo soluciones más sostenibles y seguras.

La recuperación del espacio donde estaban ubicadas las torres facilitará la creación de un corredor verde, que podrá ser aprovechado para paseos, áreas de descanso y actividades culturales, contribuyendo a la remodelación urbana y a la revitalización de Sevilla Este.

Históricamente, las líneas de alta tensión han sido motivo de controversia en muchas urbes por su impacto visual y posibles riesgos para la salud, motivo por el cual las autoridades locales continúan promoviendo su retirada en diferentes zonas.

La iniciativa de Sevilla, además, se enmarca en políticas de compromiso medioambiental y sostenibilidad, que apuestan por el aprovechamiento urbano de espacios rehabilitados.

En definitiva, la retirada de la última torre de alta tensión en Sevilla Este simboliza un avance en la transformación urbana de la ciudad, con beneficios tanto en términos ecológicos como sociales, y demuestra el compromiso de Sevilla con un futuro más sostenible y habitable para sus habitantes.