La espuma de poliuretano multifuncional que podría transformar la seguridad en hospitales y transporte
Un material desarrollado en Madrid propone una espuma de poliuretano con resistencia al fuego, reducción de humo y actividad antibacteriana gracias a aerogeles derivados de biomasa. Sus posibles usos incluyen hospitales y transporte público, con costos estimados en euros.
Madrid, 24 de diciembre de 2025. Un equipo de #investigación coordinado por el Instituto Madrileño de Estudios Avanzados IMDEA Materiales, en colaboración con la Universidad Francisco de Vitoria y la Chongqing Jiaotong University, presentó una espuma de poliuretano de próxima generación que, supuestamente, combina resistencia al fuego, reducción de humo y acción antibacteriana.
Este desarrollo, descrito por sus autores como un avance en seguridad y higiene, se apoya en la incorporación de aerogeles orgánicos derivados de biomasa que crecen dentro de la propia estructura de la espuma.
La idea central es que, gracias a esa integración, el material no solo mantiene su integridad ante llamas, sino que también limita la emisión de humo y dificulta el crecimiento de microorganismos patógenos.
En palabras del equipo, estas propiedades podrían ser especialmente útiles en entornos con alta densidad de personas y exposición a posibles incendios, como hospitales, estaciones y vehículos de #transporte público.
Aunque todavía se encuentran en fases de laboratorio, los responsables del proyecto destacan que la combinación de higiene y seguridad frente al fuego podría abrir la puerta a aplicaciones en equipamiento médico, asientos de transporte, paneles aislantes y mobiliario tapizado.
En el plano técnico, los investigadores señalan que la clave está en los aerogeles orgánicos derivados de biomasa que se generan de forma controlada dentro de la estructura de la espuma.
Este enfoque permite, supuestamente, obtener un nivel de rendimiento ignífugo muy alto, junto con mejoras significativas en la rigidez y la resistencia a la compresión y a la tracción, en comparación con los #materiales de poliuretano convencionales.
Además, se afirma que la espuma exhibe mayor durabilidad, una característica valiosa para su uso en entornos sanitarios y en elementos de transporte expuestos a desgaste.
El equipo ha observado actividad antibacteriana frente a estafilococos aureos (Staphylococcus aureus), una de las bacterias más comunes en infecciones hospitalarias y en espacios públicos.
Podrían reducir la necesidad de tratamientos y disminuir riesgos de contagio en centros de atención médica y vías de transporte diariamente transitadas
Si estos resultados se confirman en pruebas a mayor escala, podrían reducir la necesidad de tratamientos y disminuir riesgos de contagio en centros de atención médica y vías de transporte diariamente transitadas.
Desde el punto de vista práctico, algunos analistas señalan que el desarrollo podría traducirse en un ahorro de costos de mantenimiento y una mejora de la seguridad física, pero advierten que la producción en grandes volúmenes podría implicar inversiones iniciales.
En ese marco, se han planteado estimaciones, presuntamente, de costes que oscilarían entre 12 y 18 euros por kilogramo en fases de laboratorio y entre 8 y 12 euros por kilogramo en una producción industrial a gran escala, dependiendo de la biomasa empleada y de la eficiencia de la fabricación.
Estas cifras, por supuesto, podrían variar a medida que se afine el proceso y se amplíe la certificación de seguridad.
Como contexto histórico, los aerogeles son materiales ligeros y de alta porosidad conocidos por su capacidad de aislamiento. El aerogel de sílice, uno de los más emblemáticos, fue desarrollado a principios de la década de 1930 por Samuel S. Kistler, y desde entonces ha servido de base para innumerables avances en construcción, aeronáutica y tecnología médica. En ese marco, la presente investigación se encuadra dentro de un esfuerzo continuo por ampliar el abanico de aplicaciones de los aerogeles, especialmente en sectores que exigen no solo aislamiento térmico, sino también resistencia al fuego y control de microorganismos.
Si todo avanza como se plantea, podríamos ver, en un horizonte cercano, prototipos de mobiliario hospitalario y componentes de transporte público que integren esta espuma multifuncional y, con ello, una mayor seguridad para pacientes, pasajeros y personal sanitario.
En cualquier caso, los investigadores señalan que quedan etapas críticas por superar: escalamiento del proceso, pruebas de compatibilidad con componentes biomédicos y validación de estándares de seguridad y cumplimiento normativo.
De lograrse, la espuma podría convertirse en un referente de la nueva generación de materiales para entornos que exigen ser tan seguros como higiénicos.