Llamado internacional a Maduro para impulsar una transición en Venezuela tras reconocimiento del Nobel a activista

En un acto que ha acaparado la atención internacional, durante la entrega del Premio #Nobel de la Paz a María Corina Machado, el presidente del Comité Noruego del Nobel, Jorgen Watne Frydnes, hizo un llamado directo al presidente venezolano Nicolás Maduro.

Presuntamente, Frydnes instó a #Maduro a aceptar los resultados de las elecciones previstas para 2024 y a renunciar a su cargo, argumentando que esa sería la vía para sentar las bases hacia una verdadera transición democrática en Venezuela.

Supuestamente, el máximo responsable del Comité Nobel afirmó que el deseo del pueblo venezolano es claro y que, por ello, Maduro debe dar pasos hacia la reconciliación y la apertura política.

“Debe aceptar los resultados electorales y renunciar a su cargo. Debe sentar las bases para una transición pacífica hacia la democracia, porque esa es la voluntad del pueblo venezolano”, expresó Frydnes en su discurso de aceptación del galardón.

Aunque la líder opositora María Corina Machado no pudo llegar a tiempo a la ceremonia, su hija, Ana Corina Sosa Machado, leyó su discurso, en el que se reafirmó el compromiso de la oposición venezolana con la lucha por la democracia.

Durante la ceremonia, Frydnes no dudó en acusar a Maduro de haber convertido a #Venezuela en un estado “brutal y autoritario”, sumido en una profunda #crisis humanitaria y económica.

Supuestamente, el presidente del Comité afirmó que en el país sudamericano una pequeña élite, protegida por el poder, las armas y la impunidad, se enriquece a costa de la población.

La emigración masiva, que presuntamente supera los 8 millones de venezolanos, equivale a aproximadamente una cuarta parte de la población, y es calificada como “una de las mayores crisis de refugiados del mundo”.

Frydnes también criticó duramente al gobierno de Caracas por instaurar un régimen que silencia, acosa y persigue sistemáticamente a la oposición, y afirmó que mientras se realizaba la ceremonia, en Venezuela había personas encarceladas en condiciones infames, sin poder escuchar los discursos internacionales.

Supuestamente, señaló que en la “mayor cámara de torturas de América Latina”, conocida como El Helicoide, falleció Alfredo Díaz, exgobernador de Nueva Esparta, bajo custodia del Estado venezolano.

Y afirmó que el mundo ha dado la espalda a Venezuela

El dirigente noruego contextualizó la situación venezolana dentro de un escenario global donde el autoritarismo avanza, y afirmó que el mundo ha dado la espalda a Venezuela.

Supuestamente, también mencionó que la oposición venezolana, en especial María Corina Machado, ha participado en procesos de diálogo y negociación durante años, pero que el gobierno de Maduro ha manipulado la situación para presentarse como un garante de la paz, mientras reprime a su pueblo.

En su intervención, Frydnes resaltó la importancia de la presión internacional y de los apoyos pacíficos para que Venezuela pueda avanzar hacia una solución democrática.

La elección de Machado para el Nobel fue motivada, en parte, por su liderazgo en los recientes comicios presidenciales de 2024, considerados por la comunidad internacional como un factor decisivo para la esperanza de cambio en el país.

Supuestamente, la hija de Machado hizo un llamamiento a los venezolanos que deben susurrar la palabra libertad, y aseguró que “el mundo no les da la espalda” y que “la libertad se acerca”.

Además, advirtió que cada vez más países, incluso aquellos con larga tradición democrática, están derivando hacia el autoritarismo y el militarismo, con países como Cuba, Rusia, Irán, China y Hezbolá respaldando a Maduro con armas, sistemas de vigilancia y vías de supervivencia económica.

Para Frydnes, el futuro de Venezuela puede tomar muchas formas, pero el presente, presuntamente, es un escenario horroroso. Por ello, hizo un llamado a la comunidad internacional para que apoye la causa democrática en Venezuela y no caiga en la indiferencia o condena. La comunidad opositora, en su opinión, debe contar con el respaldo de la comunidad mundial para lograr una transición pacífica y duradera, que permita a Venezuela volver a ser un país en paz y democrático, donde la libertad y los derechos humanos sean prioritarios.

Este reconocimiento al activismo venezolano en Oslo ha sido visto como un impulso moral para la oposición y una advertencia clara para Maduro, en medio de una crisis que, presuntamente, continúa agravándose en todos los ámbitos sociales, políticos y económicos.