China da un giro a su política de natalidad y gravará anticonceptivos desde 2026, ¿logrará cambiar su demografía?

China da un giro radical en su estrategia demográfica al anunciar la reintroducción de un gravamen sobre fármacos y productos anticonceptivos, una medida que entrará en vigor el 1 de enero de 2026.

El objetivo declarado es incentivar la natalidad ante un envejecimiento poblacional que plantea desafíos para el país a medio y largo plazo. Entre las novedades figura la aplicación del IVA del 13% a preservativos y a otros productos de salud reproductiva, incluido, en su marco, ciertos fármacos y dispositivos.

El anuncio llega tras décadas de cambios en la política de natalidad. La famosa política del hijo único, implementada a finales de los años 70, dio paso a una relajación progresiva: en 2016 se permitió tener dos hijos y, en 2021, se aceptó un tercer hijo.

Aun así, los datos demográficos muestran un desequilibrio: aunque la natalidad ha variado, la población total de China continental siguió a la baja en 2024, al caer en 1,39 millones de personas, por defunciones que superaron a los nacimientos.

El gobierno ha defendido la medida como parte de un paquete más amplio para corregir el envejecimiento de la población, pero los analistas advierten que el camino no es sencillo.

presuntamente el efecto del impuesto en fomentar una mayor fecundidad será muy limitado. Qian Cai, director del Grupo de Investigación Demográfica de la Universidad de Virginia, señaló: "el efecto del impuesto en fomentar una mayor fecundidad será muy limitado", según recoge Euronews.

Esta afirmación sugiere que un gravamen del 13% sobre anticonceptivos no bastará por sí solo para impulsar una expansión de los nacimientos.

Según datos de enero de 2025 del Buró Nacional de Estadísticas (NBS), se registró un repunte de nacimientos después de siete años de caídas, pero la población total de China continental cayó en 2024 en 1,39 millones debido a un saldo negativo entre defunciones y nacimientos.

Este giro demográfico reciente, no obstante, no revela, de forma concluyente, cuál será la trayectoria futura de la población del país.

La medida, que forma parte de un conjunto de ajustes, llega en un contexto histórico relevante: la política de hijo único, que rigió durante décadas para controlar el crecimiento, fue relajada para permitir dos hijos en 2016 y luego tres en 2021.

A pesar de esas reformas, las tendencias demográficas siguen siendo desafiantes para Beijing, y la decisión de gravar anticonceptivos agrega un componente fiscal a la discusión sobre la natalidad.

Entre los posibles efectos de esta política, algunos observadores señalan que podría haber consecuencias no deseadas. supuestamente, podría incrementarse el número de embarazos no deseados y, en ciertos casos, aumentar las infecciones de transmisión sexual si el acceso a métodos de prevención y educación sexual no se acompaña de medidas adecuadas.

Otros analistas, sin embargo, señalan que la magnitud del impacto dependerá de factores complementarios, como subsidios a la crianza, servicios de cuidado infantil y estabilidad económica para las familias.

El anuncio de gravar anticonceptivos como parte de una estrategia para estimular la natalidad representa un giro llamativo en la política demográfica china

En resumen, el anuncio de gravar anticonceptivos como parte de una estrategia para estimular la natalidad representa un giro llamativo en la política demográfica china.

Aunque el gobierno presenta la medida como una pieza de un plan más amplio para afrontar el envejecimiento de la población, las proyecciones a corto plazo sugieren que su efecto podría ser limitado si no se acompaña de políticas de apoyo a las familias.

presuntamente, el camino hacia cambios significativos en la curva de natalidad de China requerirá, además de ajustes fiscales, inversiones sostenidas en educación, salud y servicios de cuidado infantil.