Incidente en una planta petrolera en Muskiz genera preocupación por emisiones en Euskadi

El pasado viernes 5 de octubre, el Departamento de Salud del Gobierno Vasco emitió una actualización sobre un incidente ocurrido en una de las instalaciones de la empresa petrolera Petronor S.A., ubicada en el municipio de Muskiz. La compañía notificó a las autoridades y a SOS Deiak sobre una anomalía en el techo flotante de uno de sus tanques de almacenamiento de gasolina, lo que provocó que parte del combustible se dividiera en la superficie del tanque, generando la emisión de vapores volátiles al aire.

Este evento suscitó una inmediata alerta debido al riesgo potencial para la salud y el medio ambiente, ya que los vapores de gasolina contienen compuestos peligrosos como el benceno, vinculados con problemas respiratorios y otros efectos a largo plazo en la salud.

La situación recordó a incidentes históricos en la región, donde accidentes en instalaciones petroleras han causado graves daños ecológicos y a la población local.

De hecho, España tiene una larga historia en la gestión del riesgo industrial, especialmente en zonas donde la actividad petrolera y química ha estado presente desde principios del siglo XX.

Desde que se detectó la incidencia, Petronor ha activado sus protocolos de emergencia, aplicando medidas correctoras para reducir la evaporación del combustible y evitar mayores emisiones.

La compañía trabaja en coordinación con los departamentos de Seguridad, Medio Ambiente y Salud del Gobierno Vasco, quienes mantienen una vigilancia constante.

Se han realizado muestreos específicos en la zona afectada y en la red de control de calidad del aire en #Euskadi para evaluar cualquier impacto en la población y el entorno

Se han realizado muestreos específicos en la zona afectada y en la red de control de calidad del aire en Euskadi para evaluar cualquier impacto en la población y el entorno.

Los datos preliminares indican que el nivel de benceno en la atmósfera cerca de Muskiz ha sido ligeramente superior a los niveles habituales en esa zona, aunque todavía dentro de los límites considerados seguros para la población general, según los estándares europeos.

La red de monitorización en diferentes puntos del entorno no ha detectado variaciones relevantes, lo que indica que la dispersión de los vapores está siendo efectiva y no hay riesgo de exposición a corto plazo.

Las autoridades han asegurado que continuarán informando a la ciudadanía de cualquier novedad y seguirán supervisando la situación, con el compromiso de mantener la seguridad ambiental y sanitaria.

Además, reforzarán los controles en la zona para prevenir futuros incidentes, dado que en la historia industrial de Euskadi, especialmente en la comarca del Bilbao y la provincia de Vizcaya, los accidentes en plantas petroquímicas han provocado daños significativos en el pasado, como en el caso de la explosión en la planta de Baracalda en 1974 o los vertidos en la ría de Bilbao en los años 80.

Con estas acciones, las autoridades vascas se esfuerzan por proteger a sus ciudadanos y el entorno, garantizando que la actividad industrial se mantenga responsable y segura en una región que combina tradición industrial con avances en sostenibilidad y medio ambiente.