La crisis financiera y política mantiene en vilo a San Lorenzo, con impagos y falta de liderazgo

La situación en #San Lorenzo de Almagro continúa siendo uno de los temas más inquietantes en el #fútbol argentino en los últimos meses.

La incertidumbre sobre la continuidad de su dirigencia, sumada a problemas económicos y operativos, ha sumido al club en una etapa de profunda crisis que afecta no solo al equipo profesional, sino también a sus categorías inferiores y distintas disciplinas deportivas.

Desde hace varias semanas, la dirigencia del club permanece en un estado de espera, sin definir quién será el próximo presidente o si, por el contrario, se convocarán elecciones anticipadas.

Hasta esa resolución, Marcelo Moretti continúa en funciones como presidente interino, en un panorama que cada vez se torna más inestable. La demora en la convocatoria de la Asamblea de socios, que debe realizarse a través de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA), mantiene a la institución en un limbo administrativo que impacta en todos los niveles.

Mientras tanto, la #crisis económica golpea con fuerza. La falta de pagos ha llevado a que tanto el plantel profesional como sus divisiones juveniles y otros deportes internos experimenten serios inconvenientes.

Los jugadores del primer equipo, dirigido por Damián Ayude, realizaron huelgas en los entrenamientos de lunes y martes debido a una deuda que, en ese momento, alcanzaba aproximadamente unos 17.500 euros en concepto de primas atrasadas. Solo se logró saldar alrededor del 66% del monto debido, lo que alivió parcialmente la situación, pero no resolvió el problema en su totalidad.

Este retraso en los pagos no solo afectó la motivación del plantel sino también la operatividad clínica del club, ya que los futbolistas no pudieron realizarse los chequeos médicos necesarios para la puesta a punto del equipo.

Solo días después, la deuda fue parcialmente revertida, permitiendo que los exámenes se llevaran a cabo y que el equipo comenzara a prepararse para sus próximos compromisos.

Pero la crisis no se limita a la primera división. Los jugadores de la Reserva, con contratos vigentes, también arrastran meses sin recibir sus salarios. Por otro lado, los juveniles de categoría 2005, que culminaron noviembre sin la confirmación de si se les renovarán los vínculos, observan con incertidumbre su futuro dentro del club.

Paralelamente, otras disciplinas deportivas como el futsal y el básquetbol también enfrentan dificultades importantes. El equipo de futsal emitió un comunicado advirtiendo que suspendía sus entrenamientos debido a la falta de pagos, aunque en las últimas semanas lograron retomar las prácticas.

El equipo de básquet, que continúa en competencia en distintas categorías nacionales, también enfrenta problemas económicos: varios jugadores han recibido avisos de desalojos por alquileres impagos, y el club recién pudo abonar salarios correspondientes a septiembre en las últimas horas.

A pesar de estas dificultades, el equipo de básquet jugará este viernes un partido importante frente a Unión de Santa Fe en su stadium, en Buenos Aires.

Se profundiza en un contexto donde la #gestión institucional aún no logra un rumbo definido

La situación, sin embargo, se profundiza en un contexto donde la gestión institucional aún no logra un rumbo definido. Sectores políticos internos mantienen posturas divididas, algunos anunciando su intención de renunciar, otros pensando en mantenerse, lo que alarga la incertidumbre y la incertidumbre en el día a día del club.

Desde su fundación en 1908, San Lorenzo ha sido uno de los clubes más históricos del fútbol argentino, con un legado que incluye múltiples títulos nacionales e internacionales, como la Copa Libertadores y la Copa Intercontinental.

Sin embargo, en los últimos años, la gestión problematica y las crisis financieras han puesto en entredicho su estabilidad.

La situación actual refleja un escenario de crisis que evidencia la necesidad urgente de una resolución política y administrativa que permita estabilizar el club, normalizar los pagos y devolverle la confianza a sus socios e hinchas.

Mientras tanto, San Lorenzo continúa navegando en aguas turbulentas, en una lucha constante por mantener su espíritu y su historia intactas en medio de un contexto desafiante.