El 5 de septiembre de 2024, la alcaldesa de Valencia, María José Catalá, anunció avances significativos en la construcción de viviendas de alquiler asequible en la ciudad.

Durante su visita a las obras de un nuevo edificio, que albergará un total de 86 viviendas, la alcaldesa destacó que esta iniciativa forma parte de un esfuerzo más amplio para mejorar la oferta habitacional en Valencia.

La obra, ubicada en el barrio de la Fonteta de Sant Lluís, está diseñada para satisfacer la demanda de viviendas asequibles, especialmente para familias y jóvenes.

Además de las 86 viviendas, el edificio contará con 99 plazas de aparcamiento, 86 trasteros y 3 unidades adaptadas para personas con movilidad reducida.

La construcción se desarrollará sobre una superficie de 694 m² y ofrecerá un total de 10.295 m² de espacio habitable, con una fecha de finalización prevista para el segundo trimestre de 2026.

"Estamos acelerando nuestra respuesta a la crisis habitacional en Valencia.

En un solo año, hemos implementado más medidas para la compra y construcción de viviendas públicas que las que se llevaron a cabo en los últimos años de inacción del anterior gobierno", afirmó María José Catalá. Esta afirmación resalta el compromiso del actual gobierno municipal para priorizar el acceso a la vivienda.

Con la operación de permuta que posibilitó la adquisición del terreno, se anticipa que se construirán otras 400 viviendas de protección pública en cuatro parcelas municipales en la zona de Malilla.

Estas nuevas unidades estarán destinadas a la venta, lo que contribuirá a una mayor oferta de vivienda pública en la ciudad.

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Además, durante la visita, la alcaldesa anunció que la Junta de Gobierno del Ayuntamiento aprobará el día siguiente el procedimiento para otorgar derechos de superficie sobre cuatro terrenos municipales adicionales en Nou Moles y Faitanar.

En total, se prevé la construcción de 221 viviendas de alquiler asequible bajo gestión privada en estas áreas.

María José Catalá reiteró que este esfuerzo es solo el comienzo: "Estamos comprometidos a aumentar la vivienda pública en Valencia, y hemos logrado adquirir 139 viviendas públicas en la zona de Safranar y la Torre en solo un año, en comparación con las 14 viviendas construidas durante ocho años por el anterior gobierno".

La constitución de estos derechos de superficie es fundamental, ya que el Ayuntamiento condiciona su otorgamiento a que la totalidad de las parcelas se destine a la construcción de viviendas de protección pública.

Esto asegura que, al finalizar las obras, las nuevas instalaciones pasarán a ser propiedad del municipio, incrementando así su parque público de vivienda sin tener que asumir los costos de construcción.

Este enfoque integral para abordar la falta de vivienda asequible es un paso significativo hacia la creación de una ciudad más inclusiva y accesible para todos sus habitantes.

Con iniciativas como estas, Valencia se posiciona como un modelo a seguir en políticas de vivienda social en España.