La Junta de Gobierno aprueba un incremento presupuestario para la atención a la urgencia social y la creación de nuevas plazas para personas sin hogar y menores vulnerables, en coordinación con la Orden de San Juan de Dios y la ONG Mensajeros de la Paz.
La adenda al convenio con la orden hospitalaria de San Juan de Dios permite incrementar el importe destinado al programa de atención a la urgencia social y la exclusión, hasta 1.248.971 euros. Este refuerzo presupuestario se destina a ofrecer alternativas residenciales e itinerarios de inserción social y laboral a las personas sin hogar, con el objetivo de responder a la diversidad de situaciones que se han detectado en los últimos años.
La colaboración entre el Ayuntamiento de València y la Orden de San Juan de Dios se remonta a 1992 y ha evolucionado con el tiempo para incorporar nuevos enfoques y apoyos.
Entre las medidas previstas, se contempla la incorporación de nuevos perfiles profesionales para atender necesidades específicas, la adaptación de protocolos, materiales e infraestructuras, y la ampliación de la capacidad de los centros de urgencia social.
En este marco, se incrementarán las plazas disponibles en Godella, con un nuevo espacio que añadirá 20 plazas adicionales.
Esta iniciativa tiene como finalidad garantizar el bienestar de niños y niñas de 0 a 3 años que se encuentran en situación de vulnerabilidad en el distrito de Poblats Marítims
Por otra parte, la Junta de Gobierno aprobó una subvención nominativa de 80.000 euros para la Asociación Mensajeros de la Paz, destinada a participar en el proyecto La Casita CAD-03. Esta iniciativa tiene como finalidad garantizar el bienestar de niños y niñas de 0 a 3 años que se encuentran en situación de vulnerabilidad en el distrito de Poblats Marítims.
Además, pretende atender a las cuidadoras de estos menores, en su mayoría madres que trabajan, estudian o se encuentran en búsqueda activa de empleo.
Presuntamente, estas medidas buscan reforzar las redes de apoyo y evitar que diferentes perfiles de usuarios queden fuera de las respuestas públicas.
Supuestamente, la ampliación de plazas y la diversificación de la atención podrían facilitar la inserción social y laboral de las personas sin hogar, así como evitar que el envejecimiento de este colectivo agrave la vulnerabilidad.