El Ayuntamiento de Valencia destina 224.000 euros a la mejora de aceras y calles tras los daños ocasionados por la dana.

Imagen relacionada de valencia recuperacion calles danadas

El 19 de diciembre de 2024, el concejal de Urbanismo de Valencia, Juan Giner, realizó una visita a las pedanías afectadas por la dana que ocurrió el 29 de octubre.

Durante esta visita, verificó las obras de mejora que se están llevando a cabo en más de 7.000 metros cuadrados de calles que sufrieron daños significativos debido a las intensas lluvias y el consecuente desbordamiento de agua.

La inversión destinada a estas obras asciende a aproximadamente 224.000 euros, lo que refleja el compromiso del Ayuntamiento por restaurar la normalidad y mejorar la infraestructura urbana de estas localidades. Las calles de las pedanías de La Torre, Castellar-l’Oliveral y el Forn d’Alcedo han sido las más afectadas por la emergencia climática, donde se ha producido una acumulación considerable de lodos y escombros que han obligado a una rápida actuación.

Giner destacó en su visita que el objetivo no es solo regresar a la situación previa a la riada, sino que las calles queden en mejores condiciones que antes, lo cual es un aspecto fundamental en los proyectos de rehabilitación urbanística promovidos por el Ayuntamiento.

Este esfuerzo se enmarca dentro de una serie de iniciativas para restaurar tanto el aspecto físico como la vida social y económica de las localidades afectadas.

En un desglose más específico de la inversión, en la pedanía de La Torre se están reponiendo 730 metros cuadrados de aceras, con un costo de 19.500 euros, y se está reasfaltando la calle Federico García Lorca, que abarca 1.578 metros cuadrados y supone una inversión de 37.000 euros. En el Forn d’Alcedo, se prevé la reparación de 180 metros lineales en la avenida de Europa, por un monto de 18.950 euros, así como el reasfaltado de la avenida de Ausias March, que ocupa 2.160 metros cuadrados y cuesta 48.970 euros. Por último, en Castellar-l’Oliveral, se ejecuta un proyecto de rasanteo y hormigonado de un solar de 1.800 metros cuadrados, con un gasto de 100.000 euros.


Una vez finalizadas las labores de limpieza y recogida de escombros en las tres pedanías, la ley de emergencia climática se ha activado, lo que refuerza la obligación y el compromiso del Ayuntamiento de actuar de manera eficiente ante desastres naturales que afectan a la comunidad.

Este enfoque proactivo es esencial para asegurar que la ciudad no solo recupere su infraestructura, sino que mejore la calidad de vida de sus ciudadanos a largo plazo.

Históricamente, Valencia ha enfrentado situaciones similares, donde las riadas y la acumulación de agua han causado estragos en diversas zonas. Sin embargo, la respuesta organizada de las autoridades y el presupuesto destinado para su recuperación son un ejemplo de cómo el municipio se está preparando para afrontar los desafíos del cambio climático y sus repercusiones.