El Ayuntamiento de Valencia destina 1,4 millones de euros para la creación de un carril ciclopeatonal que mejorará la movilidad entre Natzaret y Camins al Grau.
El 27 de noviembre de 2024, en Valencia, se ha confirmado una inversión significativa por parte del Ayuntamiento, que alcanza los 1.442.528 euros, para la creación de un carril ciclopeatonal que establecerá una conexión esencial entre los barrios de Natzaret y Las Moreras con el distrito de Camins al Grau.
Este ambicioso proyecto, que abarcará un recorrido de 1.200 metros, busca mejorar la movilidad en la ciudad, promoviendo el uso de la bicicleta y el tránsito peatonal de manera segura y accesible.
El concejal de Urbanismo, Juan Giner, destacó la importancia de este proyecto al señalar que permitirá unir el trazado ciclista que recorre el Jardín del Túria hasta el emblemático Puente de Astilleros, además de facilitar el acceso al futuro Parque de Desembocadura.
"La nueva infraestructura favorece la conectividad entre diferentes zonas, convirtiendo a Valencia en una ciudad más amigable con el medio ambiente y más accesible para todos", comentó Giner durante la presentación del plan.
El carril ciclopeatonal no solo beneficiará a ciclistas y peatones, sino que también fomentará un estilo de vida más saludable y sostenible, algo que se ha convertido en una prioridad para muchas ciudades europeas.
El proyecto incluye una pasarela ligera de 30 metros que conectará la calle Tres de Abril de 1979 con el vial de servicio del CIP Centro de Investigación Príncipe Felipe, mejorando así la movilidad en esta zona crítica.
Además de los beneficios de accesibilidad, el trazado del nuevo carril será de 5 metros de ancho, con un carril exclusivo para bicicletas de 2 metros de ancho dividido en dos direcciones.
Se contempla la instalación de zonas de descanso, asegurando que haya un banco cada 50 metros para el uso de los ciudadanos, en cumplimiento de las normativas de accesibilidad.
Un aspecto destacado de este proyecto es su carácter sostenible.
La pasarela y los caminos alrededor permitirán la renaturalización de varios espacios, brindando un entorno más verde y saludable para los habitantes de la ciudad.
Esto resulta particularmente relevante en un año en que Valencia ha sido reconocida por sus esfuerzos constantes en convertir a la capital en un referente de capitalidad verde.
En cuanto al cronograma del proyecto, se estima que el diseño estará terminado en un plazo de ocho meses, y se espera que la obra una vez completada, integre a la perfección el futuro Parque de Desembocadura, completando así todos los tramos ciclistas del antiguo cauce del río Túria.
Con este esfuerzo, Valencia se posiciona como un modelo a seguir en materia de movilidad urbana y sostenibilidad, uniendo a los ciudadanos a través de espacios verdes y conectados.