El Ayuntamiento de València ha aprobado un plan interno para garantizar la continuidad de sus servicios básicos en situaciones de emergencia, incluyendo la declaración de servicios esenciales y la implementación de protocolos de actuación para el personal municipal.

Esta iniciativa busca asegurar que, en momentos críticos, los recursos y el personal de la administración local puedan mantenerse operativos y disponibles para atender las necesidades de la ciudadanía.
La decisión fue tomada durante la última reunión de la Junta de Gobierno, en la que participaron diversos responsables de áreas clave del consistorio.
Este protocolo, que afecta a más de veinte servicios municipales, establece procedimientos claros para que el personal actúe de manera inmediata y automática ante una emergencia, sin que se produzcan interrupciones en la prestación de los servicios públicos.
Además, contempla mecanismos para garantizar la comunicación continua entre los diferentes departamentos y la disponibilidad del personal en todo momento, incluso en situaciones donde las comunicaciones tradicionales puedan fallar.
Una de las principales novedades es la obligatoriedad de que las jefaturas de servicio estén localizables mediante teléfonos móviles u otros medios de comunicación, y en caso de imposibilidad, deben presentarse en el Centro Integral de Seguridad y Emergencias (CISE) para coordinar la respuesta.
Este enfoque responde a experiencias recientes en las que circunstancias imprevistas, tanto a nivel local como autonómico o nacional, han puesto a prueba la resistencia de los servicios públicos municipales.
La pandemia de COVID-19, por ejemplo, dejó en evidencia la importancia de planes internos robustos y una comunicación eficaz para mantener los servicios esenciales en marcha.
La actualización de estos protocolos busca prevenir que situaciones similares afecten la normalidad en la gestión urbana
La actualización de estos protocolos busca prevenir que situaciones similares afecten la normalidad en la gestión urbana.
El protocolo también especifica que, en niveles 2 o superiores del Plan de Actuación Municipal, si las comunicaciones fallan, el personal de la Policía Local y los Bomberos debe acudir a sus respectivas unidades para garantizar la operatividad.
Para ello, el gobierno municipal ha ordenado que diferentes áreas, como la Coordinación de Seguridad y Emergencias, la Jefatura de Área de Empleo Público, los servicios de Policía, Bomberos, Tecnología de la Información, Arquitectura, entre otros, redacten y pongan en marcha estos protocolos internos.
Asimismo, la Junta de Gobierno ha declarado como servicios esenciales varios departamentos clave, asegurando que su funcionamiento sea prioritario en cualquier escenario de crisis.
Entre estos servicios se encuentran la Policía Local, el Servicio de Prevención y Extinción de Incendios, la gestión de residuos, limpieza, cementerios, obras, mantenimiento de infraestructuras, comercio y mercados, atención social, ciclo del agua, disciplina urbanística, movilidad, salud laboral, sanidad y consumo, viviendas, comunicación, innovación digital y empleo público.
Desde hace décadas, las administraciones públicas han ido perfeccionando sus planes de emergencia para responder a eventos como desastres naturales, accidentes mayores o amenazas sanitarias.
La experiencia adquirida en eventos históricos como el terremoto de 1980 en la región o las recientes crisis sanitarias ha motivado a los municipios a fortalecer sus protocolos internos y su capacidad de respuesta.