Decisiones clave en Valencia para la modificación de licencias urbanísticas y la mejora de la seguridad en edificaciones tras lamentables incidentes.

El 18 de septiembre de 2024, se llevó a cabo una importante sesión dentro del contexto del urbanismo en Valencia, donde la Comisión de Urbanismo presentó al Pleno una propuesta para desestimar el recurso interpuesto por la empresa SELACEM. Este recurso buscaba reactivar la tramitación de licencias urbanísticas para la construcción de un macrohotel en el barrio de Sant Antoni, específicamente dentro de la manzana conformada por las calles de Sagunto, Pare Urbano, Luz Casanova, Guatla y Sant Bru.

Dicha suspensión cautelar había sido acordada en el Pleno del 23 de julio, y la propuesta para desestimar el recurso fue aprobada por unanimidad.

La empresa SELACEM había planeado desarrollar este gran hotel en una zona que ha suscitado la preocupación de los residentes del barrio, quienes se han manifestado en repetidas ocasiones en contra de la construcción y han solicitado que las naves de la zona se utilicen para fines públicos y espacios verdes.

El Servicio de Planeamiento de la ciudad ya está trabajando en la evaluación de posibles opciones para la implementación de dotaciones públicas en el área, lo que demuestra un compromiso por atender las demandas de la comunidad y mejorar la calidad de vida en el barrio.

Esta iniciativa se enmarca en un contexto más amplio de renovación urbana, donde las voces de los habitantes son cada vez más escuchadas en la planificación de las ciudades.

Además de estas decisiones, la Comisión de Urbanismo también propuso la modificación de la ordenanza municipal contra incendios, buscando actualizarla y garantizar una mayor seguridad en los edificios de la ciudad.

Esta ordenanza, que tenía un carácter bastante antiguo, se había vuelto insuficiente, especialmente tras el trágico incendio ocurrido en un edificio del barrio de Campanar en febrero de este año, que resultó en la pérdida de diez vidas.

La iniciativa para modificar la norma fue aprobada por unanimidad y surgió de una propuesta inicial del partido Compromís.

La moción solicita la creación de un mapa de edificios vulnerables en Valencia, así como la revisión del código técnico de edificación por parte del gobierno central, con el fin de mejorar la normativa sobre seguridad en la construcción.

Entre las propuestas adicionales de la Comisión está la coordinación de los Servicios municipales de Licencias Urbanísticas con el departamento de Bomberos, lo que permitirá definir una ficha de intervención operativa que será incluida en la documentación necesaria para la concesión de licencias de obras.

Asimismo, se sugiere que los servicios valoren el impacto de esta ficha y que, junto a los colegios profesionales, se desarrolle un enfoque más robusto para mejorar la seguridad estructural de los edificios.

El debate y las decisiones tomadas por la Comisión de Urbanismo no sólo afectan a la superficie urbana, sino que también reflejan un cambio significativo en la forma en que las ciudades deben adaptarse a las necesidades actuales y futuras de sus habitantes, priorizando la seguridad y el bienestar comunitario.