El concejal Carlos Mundina anuncia la tramitación para declarar Russafa como Zona Acústicamente Saturada, promoviendo un equilibrio entre el descanso de los vecinos y la actividad económica del barrio.
El 19 de septiembre de 2024, la Junta de Gobierno Local de Valencia ha dado un paso significativo al iniciar la tramitación para declarar el barrio de Russafa como Zona Acústicamente Saturada (ZAS). Esta medida busca mejorar la calidad de vida de los residentes del área, ofreciendo un marco regulatorio que protege el descanso de los vecinos, a la vez que permite que los negocios locales sigan operando.
El concejal de Mejora Climática, Acústica y Eficiencia Energética, Carlos Mundina, ha enfatizado la importancia de esta normativa que se encuadra dentro de un conjunto de leyes y de ordenanzas diseñadas para tratar la contaminación acústica.
En particular, se basará en la Ley 7/2002 de la Generalitat Valenciana y en el Decreto 104/2006 del Consell, que proporcionan las bases para la planificación y gestión de esta problemática.
La normativa propone que la declaración de ZAS esté sujeta a un proceso de participación ciudadana, donde los vecinos podrán expresar sus opiniones y contribuir al desarrollo de las regulaciones.
Esto garantiza un enfoque inclusivo en la toma de decisiones que afectan a la comunidad.
En cuanto a la operación de las terrazas en el barrio, el cronograma estipula que, durante la temporada alta, que va del 1 de marzo al 31 de octubre, los establecimientos podrán operar de domingo a jueves hasta las 00.30 horas, mientras que los viernes, sábados y vísperas de festivos podrán hacerlo hasta la 1.30 horas.
En los meses de invierno, de enero a diciembre, el horario se verá algo reducido, cerrando las terrazas a las 00 horas de domingo a jueves y a las 00.30 horas los fines de semana.
Las tiendas de conveniencia deberán cerrar de 22 a 8 horas, contribuyendo así a un entorno más tranquilo para los residentes.
El concejal Mundina ha subrayado que el objetivo de estas regulaciones es “compatibilizar el descanso de los vecinos con la actividad económica” del barrio, un área que ha sido destacada por su efervescente vida nocturna y cultural.
Esta iniciativa puede considerarse un reflejo de la creciente preocupación por el bienestar de los ciudadanos en las ciudades contemporáneas, donde el ruido y la actividad comercial pueden impactar negativamente en la calidad de vida.
Además, el Ayuntamiento de Valencia está desarrollando un Plan de Reducción del Ruido en el sector de la hostelería que incluirá medidas innovadoras y sostenibles, como la instalación de materiales fotocatalíticos en las terrazas que no solo absorben las partículas nocivas, sino que también ayudarán a mitigar el ruido.
La implementación de estas tecnologías presenta un enfoque contemporáneo y comprometido con el medio ambiente, alineándose con las tendencias globales hacia ciudades más sostenibles.
La historia de Russafa refleja la evolución urbana de Valencia, un barrio que ha tenido un papel central en la cultura y la vida social de la ciudad desde finales del siglo XIX, y que ha vivido transformaciones significativas en las últimas décadas.
La declaración de ZAS podría marcar el comienzo de una nueva etapa hacia un equilibrio entre el dinamismo económico y la calidad de vida, un objetivo que es fundamental para muchos residentes de esta emblemática zona de la capital valenciana.