El emblemático ficus situado junto a las Torres de Serrans ha sido podado como parte de su mantenimiento programado.

El Servicio de Parques y Jardines del Ayuntamiento de Valencia ha completado con éxito la poda de un destacado ejemplar de Ficus macrophylla, conocido popularmente como higuera australiana, que se encuentra en la calle Comte de Trénor, cerca de las emblemáticas Torres de Serrans.

Esta intervención se llevó a cabo durante los días 19 y 20 de agosto de 2024, en un trabajo coordinado que buscó minimizar el impacto en la circulación del tráfico vehicular.

El concejal Juanma Badenas ha subrayado la importancia de esta acción, que se realiza cada dos años, para asegurar que el ficus no obstaculice el paso de vehículos grandes, tales como autobuses y camiones.

"La poda es fundamental para mantener el gálibo del árbol y garantizar la fluidez del tráfico en la zona," explicó Badenas.

Durante estas jornadas, se restringió temporalmente el uso de un carril de la calzada para facilitar los trabajos de poda.

Además de la reducción de tamaño del árbol, el Servicio de Parques y Jardines realizó una inspección exhaustiva de las ramas principales en busca de posibles problemas como cavidades, heridas o signos de enfermedad.

Esta evaluación es esencial para identificar cualquier riesgo que pueda representar la caída de ramas, lo que podría ser peligroso para los transeúntes y la circulación.

La poda se realizó en la franja horaria de menor afluencia de vehículos, entre las 8:00 y las 11:00 horas de la mañana, con el objetivo de alterar lo menos posible el tráfico en una de las áreas más transitadas de Valencia.

Los ficus monumentales, como el que se encuentra en la calle Comte de Trénor, son parte del patrimonio arbóreo de la ciudad.

Según la Ley 4/2006, estos árboles están protegidos debido a su valor cultural y ambiental, lo cual implica que las intervenciones como la poda deben ser realizadas con un alto grado de respeto hacia la naturaleza del árbol y su entorno.

Históricamente, los ficus han sido valorados en muchas culturas por su tamaño imponente y su sombra generosa, convirtiéndolos en símbolos de resistencia y longevidad.

Valencia, como muchas otras ciudades, ha sabido preservar y cuidar sus árboles monumentales, que no solo embellecen el paisaje urbano, sino que también contribuyen significativamente al bienestar ambiental.

Estos árboles ofrecen numerosos beneficios, entre ellos la mejora de la calidad del aire y la reducción del efecto de isla de calor en áreas urbanas.

En conclusión, la reciente poda del ficus junto a las Torres de Serrans refleja el compromiso del Ayuntamiento de Valencia por mantener su patrimonio natural en óptimas condiciones, garantizando la seguridad de sus ciudadanos y el progreso sostenible de la ciudad.