El colegio municipal Santiago Grisolía implementa soluciones de pintura térmica para reducir el calor en sus instalaciones durante el verano.
El 6 de septiembre de 2024, el CEIP Santiago Grisolía, ubicado en Valencia, ha puesto en marcha un ambicioso proyecto para enfrentar las altas temperaturas que se registran durante el verano.
La intervención, que incluye la aplicación de una pintura térmica especial, busca reducir la temperatura interior tanto del gimnasio como del edificio principal del colegio.
La concejala de Recursos Humanos y Técnicos, Julia Climent, visitó el centro educativo para evaluar de primera mano los progresos realizados en esta iniciativa.
La inversión total destinada a estas mejoras asciende a 34.115 euros, una suma que refleja el compromiso del Ayuntamiento de Valencia por proporcionar un ambiente educativo más confortable.
El CEIP Santiago Grisolía se destaca como uno de los tres colegios de educación infantil y primaria que son administrados por el Ayuntamiento, junto a los centros de Benimaclet y Fernando de los Ríos.
En total, el colegio cuenta con 6 unidades autorizadas de Educación Infantil de Segundo Ciclo, lo que representa 150 plazas, además de 12 unidades de Educación Primaria, que suman 300 plazas disponibles.
La aplicación de la pintura térmica se ha llevado a cabo en toda la envoltura del gimnasio, utilizando un producto que está diseñado específicamente para aumentar la reflexión de la luz solar.
Esta solución evita que la superficie tratada se caliente, lo que a su vez disminuye la transferencia de calor desde el exterior hacia el interior del edificio.
Asimismo, el edificio principal ha recibido un tratamiento similar, especialmente en el gran lucernario que ilumina el pasillo durante el día.
A esta estructura se le ha aplicado una mano de pintura traslúcida que no solo reduce la intensidad de la luz que entra en el edificio, sino que también ayuda a disminuir notablemente la temperatura interna.
Es importante mencionar que este tipo de soluciones no son nuevas para la educación en Valencia.
Durante el verano de este mismo año, se implementaron mejoras similares en la Escuela Infantil Municipal Clara Campoamor, evidenciando una tendencia por parte del Ayuntamiento de priorizar el confort térmico en sus instalaciones educativas.
La decisión de invertir en estas intervenciones se debe a la creciente preocupación por los efectos del calor extremo en el aprendizaje y bienestar de los estudiantes.
Con este tipo de iniciativas, se busca crear un entorno que no solo sea óptimo para el desarrollo académico, sino que también garantice la seguridad y salud de los alumnos durante la época estival.
Este proyecto no solo representa un avance significativo en la infraestructura educativa de Valencia, sino que también establece un precedente para futuras intervenciones en otros centros.
Las autoridades locales han manifestado su intención de continuar mejorando las condiciones ambientales en las escuelas, asegurando así un lugar adecuado para la enseñanza y el aprendizaje.