Con un tributo especial, Valencia recuerda al maestro Miguel Ángel Gómez-Martínez, exdirector de la Orquesta de València, fallecido recientemente.

El 5 de agosto de 2024, la ciudad de València se sumió en la tristeza al conocer el fallecimiento del maestro Miguel Ángel Gómez-Martínez, quien dirigió la Orquesta de València durante un periodo significativo, desde 1997 hasta 2005. Su legado musical y su impacto en la cultura local son innegables, y las reacciones de sus colegas y admiradores han subrayado la profunda huella que dejó en cada una de sus actuaciones.

El presidente del Palau de la Música, José Luis Moreno, expresó su consternación al hacer énfasis en la extraordinaria carrera de Gómez-Martínez, destacando el cariño y respeto que el público y los músicos le profesaban.

“Su trabajo con la Orquesta de València será siempre recordado”, afirmó Moreno, quien además comentó sobre el próximo concierto programado para el 23 de mayo, en el que se había previsto que Gómez-Martínez se presentara junto al renombrado pianista Rudolf Buchbinder.

Este evento incluiría obras clásicas como el ‘Concierto para piano nº 2’ de Ludwig van Beethoven y las icónicas piezas de Modest Músorgski, ‘Cuadros de una Exposición’.

Ante esta situación, el presidente anunció que dicho recital sería un homenaje a la figura del maestro, destacando su contribución al arte musical valenciano.

La Orquesta de València se unirá así al tributo, celebrando la memoria de un artista que dedicó su vida a la música.

Gómez-Martínez era un director de orquesta con una memoria prodigiosa y un enfoque metódico que lo acercaba tanto a sus colegas como a sus alumnos.

A lo largo de su carrera, dirigió más de 60 conciertos en el Palau de la Música, muchos de los cuales fueron catalogados como momentos cumbre en la historia de la Orquesta de València.

Conocido por su habilidad para interpretar tanto obras sinfónicas como óperas en versión concertante, el maestro Gómez-Martínez destacó en piezas como la ‘Sinfonía nº 9’ de Beethoven y la ‘Messa di Requiem’ de Verdi, dejándonos un legado profundo en el ámbito de la música clásica.

Uno de los momentos más memorables de su carrera ocurrió en 2002, cuando Gómez-Martínez lideró dos exitosas giras en Alemania, una de ellas junto al virtuoso guitarrista Pepe Romero en Schleswig-Holstein, y otra que lo llevó a las ciudades de Kassel, Colonia y Düsseldorf, acompañando a la soprano Isabel Monar y al cellista Mischa Maisky.

Estas presentaciones recibieron elogios generalizados de la crítica especializada, testificando sobre la calidad y el rigor de su dirección.

Vicente Llimerá, director del Palau de la Música, compartió sus recuerdos de aquel tiempo, señalando el inmenso vacío que deja la pérdida de Gómez-Martínez: “Tener la oportunidad de actuar en escenarios tan emblemáticos y bajo su dirección fue una experiencia transformadora.

Nos inspiró a dar lo mejor de nosotros en cada actuación”.

Miguel Ángel Gómez-Martínez ha partido, pero su legado y su influencia perdurarán en los corazones de quienes lo conocieron y en las notas que seguirán sonando en cada rincón del Palau de la Música.