El Ayuntamiento de Valencia ha adjudicado la instalación de 2.000 sensores en plazas de aparcamiento para personas con movilidad reducida y vehículos de carga y descarga. Esta iniciativa forma parte de un proyecto de Ciudad Inteligente para mejorar la circulación y el medio ambiente en la ciudad.
El 26 de abril de 2024, en la capital de Valencia, el Ayuntamiento ha adjudicado la instalación de 2.000 sensores en plazas de aparcamiento para personas con movilidad reducida y vehículos de carga y descarga.
Esta iniciativa forma parte de la tercera fase del proyecto del Servicio de Ciudad Inteligente, que permitirá que Valencia cuente con cerca de 3.500 plazas de aparcamiento sensorizadas.
Los sensores permitirán a la ciudadanía comprobar en tiempo real si las plazas están libres u ocupadas a través de la aplicación móvil AppValencia y el Geoportal municipal.
La Junta de Gobierno Local del Ayuntamiento de Valencia ha adjudicado el contrato a la empresa Pavapark Movilidad S.L. por un presupuesto máximo de 982.242,33 euros.
La instalación de los sensores está financiada con fondos del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia.
Este proyecto busca mejorar la gestión del espacio público y el uso de las plazas de aparcamiento disponibles para personas con movilidad reducida y vehículos de carga y descarga, contribuyendo así al medio ambiente y a la circulación de vehículos.
Además, el desarrollo de este proyecto permitirá reducir la contaminación acústica y disminuir el tráfico generado por la búsqueda de plazas de aparcamiento.
La ciudadanía podrá consultar en tiempo real el estado de las plazas sensorizadas a través de la aplicación móvil AppValencia y el Geoportal municipal.
Este sistema también facilitará a los servicios municipales una herramienta para identificar mejoras en la movilidad global y supervisar el cumplimiento de la normativa sobre el uso del espacio público de manera más eficiente.
Con esta ampliación, Valencia contará con aproximadamente 3.500 plazas de aparcamiento sensorizadas, lo que permitirá una mejor gestión del estacionamiento para personas con movilidad reducida y vehículos de carga y descarga.
Los sensores, de tipo magnético, estarán enterrados bajo la superficie de la plaza y enviarán información a la plataforma VLCi de Valencia a través de tarjetas SIM. Gracias a un sistema de colores, los servicios municipales podrán conocer en todo momento si una plaza está libre, ocupada, ocupada de manera incorrecta o averiada.
Este proyecto no solo mejorará la calidad de vida de los ciudadanos, sino que también contribuirá a la transformación digital de Valencia en una ciudad inteligente y sostenible.