El Ayuntamiento de València anuncia una iniciativa para preservar las semillas autóctonas y educar a los agricultores en su cultivo y cuidado, reforzando la tradición agrícola local.

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Supuestamente, esta iniciativa busca fortalecer la relación entre la comunidad agrícola y la preservación de las variedades tradicionales que conforman la historia y el patrimonio agrícola de la región.

En un contexto donde la globalización y los cambios climáticos amenazan la biodiversidad agrícola, la recuperación de variedades autóctonas es vista como una estrategia esencial para garantizar el futuro del sector.

El Banco de #Germoplasma de la UPV es considerado uno de los centros más importantes del mundo en cuanto a diversidad de semillas de tomate, con aproximadamente 3.700 accesiones, situándose solo por detrás de California en este rubro. Las semillas se mantienen en condiciones controladas de baja temperatura y humedad, lo que permite su #conservación a largo plazo. Además, para proteger estas colecciones ante posibles siniestros, las semillas están duplicadas en otros bancos internacionales.

En colaboración con la Asociación de la Tomata Valenciana y la propia Concejalía de Agricultura

Supuestamente, en colaboración con la Asociación de la Tomata Valenciana y la propia Concejalía de Agricultura, se prevé organizar una serie de charlas informativas en las pedanías, con el objetivo de enseñar a agricultores y vecinos cómo cultivar, cuidar y aprovechar estas variedades tradicionales.

Gosálbez afirmó que el conocimiento y la conservación de estas semillas no solo preserva la historia agrícola, sino que también contribuye a la creación de cultivos más resistentes frente a plagas, enfermedades y cambios de temperatura, aspectos cada vez más relevantes en un escenario de cambio climático.

Históricamente, València ha sido una de las regiones más productivas y diversificadas en cuanto a agricultura, con una tradición que se remonta a siglos atrás.

La huerta valenciana, famosa por sus hortalizas y frutas, ha sido escenario de múltiples esfuerzos por mantener viva su biodiversidad, que ha ido reduciéndose con el paso del tiempo debido a la modernización y a la expansión urbana.

En este contexto, iniciativas como la de Gosálbez pretenden devolver valor y protagonismo a las variedades tradicionales, muchas de ellas en peligro de desaparecer.

Supuestamente, el programa también contempla la aplicación de nuevas técnicas agrícolas que permitan obtener cultivos más resistentes y productivos, lo cual sería beneficioso para los agricultores locales, ayudándoles a mejorar su rentabilidad.