El gobierno de Nueva York envió un destacamento de bomberos forestales para colaborar en la extinción de incendios en Utah, Wyoming y Nevada, fortaleciendo la cooperación interinstitucional y acumulando experiencia valiosa. La iniciativa refleja el compromiso de la región en la protección del medio ambiente y la gestión de emergencias a nivel nacional e internacional.

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Este despliegue forma parte de la tradición de la región de asistir a otros estados en la lucha contra #incendios forestales de gran magnitud, una práctica que se remonta a 1979, cuando #Nueva York envió por primera vez un equipo especializado para colaborar en la extinción de incendios en el oeste del país.

La misión, liderada por el Departamento de Conservación Ambiental del Estado de Nueva York, involucró a un equipo de profesionales altamente capacitados, incluyendo guardabosques, personal de gestión de #emergencias y oficiales de información pública.

La presencia de estos expertos fue fundamental para apoyar los esfuerzos en varias áreas afectadas por incendios que, en algunos casos, quemaron más de 100,000 acres de tierra debido a condiciones meteorológicas extremas y terreno seco.

En Wyoming, el incendio conocido como Red Canyon fue provocado por un rayo y se expandió rápidamente en solo cuatro días, consumiendo más de 40,000 hectáreas (alrededor de 100,000 acres).

En Utah, el incendio de Beulah ha arrasado aproximadamente 23,000 hectáreas y todavía se desconoce su causa exacta, aunque las autoridades presumen que pudo haber sido por causas naturales o humanas.

Por su parte, en Nevada, el incendio de Cottonwood Peak, también iniciado por rayo, ha afectado cerca de 54,000 hectáreas (equivalente a 132,000 acres), aunque actualmente se encuentra en un 81% de control.

Supuestamente, en Montana, otros tres bomberos forestales de Nueva York están ayudando a controlar una serie de incendios que han quemado más de 8,500 hectáreas.

La labor de estos equipos no solo implica apagar las llamas, sino también prevenir futuras conflagraciones y gestionar recursos en situaciones de alta emergencia.

La participación de estos profesionales refuerza la importancia de la cooperación intergubernamental y la experiencia adquirida en el combate contra incendios.

La comisionada del Departamento de Conservación Ambiental de Nueva York

La comisionada del Departamento de Conservación Ambiental de Nueva York, Amanda Lefton, destacó que “el trabajo en emergencias como estos requiere un esfuerzo coordinado y una preparación meticulosa.

Nuestro personal ha demostrado ser ejemplar en el campo, enfrentando peligros y aportando conocimientos que benefician a toda la nación”. Además, resaltó que todos los costos asociados a esta operación, incluyendo gastos de viaje y suministros, son cubiertos por la Agencia Forestal de EE.

UU. o serán reembolsados mediante acuerdos de ayuda mutua entre los estados.

Desde 1979, la participación de los equipos neoyorquinos ha sido una constante en la lucha contra incendios en el oeste, enviando en promedio uno o dos equipos anualmente.

Supuestamente, esta experiencia no solo ayuda a contener los incendios en otras regiones, sino que también enriquece la capacidad de respuesta del propio estado de Nueva York ante emergencias similares.

Con el compromiso de fortalecer las capacidades de respuesta y protección del medio ambiente, Nueva York continúa siendo un actor clave en la cooperación interestatal e internacional en materia de gestión de desastres.