El torneo de Wimbledon ha sido históricamente difícil para los tenistas argentinos, quienes no han logrado muchos resultados resonantes en ese certamen. Analizamos las razones detrás de esta relación complicada y las actuaciones destacadas de algunos jugadores argentinos a lo largo de los años.

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Guillermo Vilas alguna vez dijo: 'El pasto es para las vacas'. Esta afirmación, hecha en 1974 después de que fuera eliminado en tercera ronda de Wimbledon, reflejaba la dificultad que los tenistas argentinos encontraban en esta superficie.

Sin embargo, a lo largo de los años, algunos jugadores argentinos lograron destacarse en el césped inglés.

A finales de 1974, Vilas se retractó de su declaración y admitió que el césped era tanto para las vacas como para el tenis.

Después de conquistar el Trofeo de Maestros en Melbourne, el argentino se sintió más cómodo jugando en esta superficie y ganó dos veces el Australian Open en años posteriores.

A pesar de su éxito en otros torneos de Grand Slam, como el US Open y Roland Garros, Vilas nunca pudo alcanzar su mejor nivel en Wimbledon.

Sus mejores resultados fueron los cuartos de final en 1975 y 1976.

La historia de desamor entre los tenistas argentinos y Wimbledon es un patrón que se repite a lo largo de los años.

Desde 2002 hasta la última edición en 2020, solo cinco argentinos lograron llegar a la segunda semana del torneo, y solo David Nalbandian y Juan Martín Del Potro llegaron al menos a las semifinales.


Nalbandian, el único finalista argentino en la historia del torneo, alcanzó esa instancia en 2002. Por otro lado, Del Potro llegó a las semifinales en 2013, poniendo fin a una sequía de más de diez años sin argentinos en esa etapa del torneo.

Otros tenistas argentinos, como Guillermo Coria, Gastón Gaudio y Diego Schwartzman, han tenido resultados decepcionantes en Wimbledon a pesar de su talento en otras superficies.

Coria, por ejemplo, se retiró con un récord de 4-4 en el torneo, mientras que Gaudio solo logró dos victorias en seis participaciones.

En el cuadro femenino, Gabriela Sabatini es la única argentina que ha levantado un trofeo en Wimbledon.

Ganó el título de dobles en 1988 junto a Steffi Graf y llegó a la final de individuales en 1991, donde perdió ante Graf.

En resumen, la relación entre los tenistas argentinos y Wimbledon ha sido complicada a lo largo de los años.

Aunque algunos jugadores lograron destacarse en el torneo, la mayoría ha tenido dificultades para adaptarse al césped y obtener buenos resultados.

Sin embargo, este año hay esperanzas de que los argentinos puedan cambiar esta historia y lograr mejores actuaciones en el torneo.