Una nueva investigación recientemente publicada en la prestigiosa revista Science Advances proporcionó el panorama más detallado que los investigadores han tenido hasta ahora de la Zona de Subducción de Cascadia, un área que se extiende por más de 900 kilómetros desde el norte de California hasta la Isla de Vancouver.

Según los científicos, la parte norte de la larga falla en el océano Pacífico es la más probable de producir un terremoto importante.

Esta investigación, que se centró en la zona cerca de la Isla de Vancouver y Washington, arrojó luz sobre un megaterremoto y tsunami que comúnmente se conoce como 'El Grande'. El estudio confirma que esta zona es donde es más probable que ocurra un terremoto significativo.

La zona de subducción de Cascadia es un área donde dos placas tectónicas masivas, la placa Juan de Fuca y la placa norteamericana, colisionan, con una deslizándose lentamente debajo de la otra hacia el manto terrestre.

La mayoría del tiempo, las placas están bloqueadas en su lugar, ejerciendo presión la una contra la otra y acumulando estrés.

Cada varios cientos de años, generan un terremoto megaterremoto y un gran tsunami.

La investigación, dirigida por Suzanne Carbotte, geofísica marina de la Universidad de Columbia, ofreció una imagen más clara de la falla en Cascadia, ayudando a los científicos a comprender la magnitud y la probabilidad de los terremotos en la zona.

Alrededor de 50 investigadores y tripulantes se embarcaron en un barco que rastreó la falla de Cascadia.

Utilizando tecnología de imagen sofisticada, enviaron pulsos de sonido de baja frecuencia en la falla.

Un receptor de 15 kilómetros de largo, remolcado detrás del barco y equipado con hidrófonos, recogió los ecos resultantes, lo que permitió a los investigadores crear imágenes de alta resolución.

Aunque no es posible predecir terremotos con certeza, la información obtenida ayudará a los investigadores de peligros a comprender las probabilidades de terremotos y tsunamis, lo que a su vez puede informar sobre los códigos de construcción y los planes de evacuación.

Se espera un mayor conocimiento sobre el sistema en los próximos años, lo que podría ser esencial para la preparación ante futuros eventos sísmicos.

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