La compañía de Elon Musk lanza más de 28 satélites Starlink para fortalecer la red de internet en todo el mundo, sumando más de 7,000 satélites en órbita y buscando ofrecer conexiones de alta velocidad en zonas remotas y urbanas.

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En un nuevo paso para consolidar su red de internet satelital, SpaceX ha lanzado recientemente más de 28 satélites Starlink, ampliando aún más su constelación en órbita terrestre.

Este despliegue, realizado con el cohete Falcon 9, forma parte de los esfuerzos continuos de la empresa para mejorar la cobertura y velocidad del servicio en todo el planeta.

Desde su lanzamiento en 2019, la red Starlink ha revolucionado el acceso a internet en regiones donde las conexiones terrestres son poco confiables o inexistentes.

Actualmente, la constelación cuenta con más de 7,000 satélites en órbita, y se espera que esta cifra siga aumentando en los próximos años. La misión de Starlink es proporcionar una conectividad de alta velocidad y baja latencia en áreas rurales, zonas de conflicto y en países en vías de desarrollo.

El CEO de SpaceX, Elon Musk, expresó su entusiasmo por estos nuevos lanzamientos afirmando que “más satélites Starlink alcanzan la órbita”, en su cuenta de redes sociales.

Musk ha señalado en varias ocasiones que la expansión de Starlink es clave para democratizar el acceso a internet a nivel mundial y reducir la brecha digital.

Para entender la magnitud de este proyecto, cabe recordar que en 2020, la FCC de Estados Unidos aprobó la operación de la constelación, permitiendo a Starlink ofrecer servicios comerciales.

La inversión en estos satélites ha sido significativa; cada unidad tiene un coste estimado de unos 300.000 euros, y con múltiples lanzamientos anuales, SpaceX continúa reforzando su posición como líder en tecnología espacial.

Históricamente, los satélites de órbita baja como los de Starlink son más económicos y eficientes en términos de latencia en comparación con los tradicionales satélites geoestacionarios, que se encuentran a unos 35.786 kilómetros de la Tierra. La rápida implementación de estos satélites ha permitido a Starlink ofrecer velocidades de hasta 150 Mbps en áreas rurales, con una latencia que ronda los 20-40 milisegundos.

Además, la iniciativa de Starlink ha tenido un impacto importante en emergencias y situaciones de crisis, facilitando la comunicación en regiones afectadas por desastres naturales o conflictos bélicos.

La expansión continúa, con planes de desplegar aún más satélites en los próximos años para mejorar la cobertura y la capacidad de la red.

En cifras, la inversión total en la constelación Starlink supera los 2.000 millones de euros, reflejando la apuesta de SpaceX por una conectividad global y accesible. La compañía también ha iniciado colaboraciones con gobiernos y empresas privadas para ampliar aún más su alcance.

Este avance en la tecnología satelital no solo beneficia a los usuarios en zonas remotas, sino que también impulsa la innovación en sectores como la aviación, el marítimo y la agricultura de precisión, que dependen de conexiones confiables en lugares alejados de las infraestructuras tradicionales.

La meta de SpaceX es seguir lanzando satélites de forma regular, con la intención de cubrir todo el planeta en los próximos cinco años, marcando un antes y un después en la historia de la tecnología espacial y de las comunicaciones globales.