Un informe reciente destaca que la migración de salmones sockeye en el río Fraser y el Chilcotin es la segunda más baja en la historia, afectada por deslizamientos y temperaturas altas.

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Un reciente informe del Departamento Federal de Pesca y Océanos de Canadá ha encendido las alarmas sobre el desalentador estado de la migración de salmones sockeye en Columbia Británica.

En un año que estaba destinado a ser uno de los picos de migración, el conteo de salmones en el área del río Chilcotin ha revelado que solo 552 salmones han logrado pasar un sitio de monitoreo, una cifra sorprendentemente baja en comparación con los más de 10,000 registrados en el mismo periodo de 2020. Esto representa un año excepcionalmente crítico, ya que funciones vitales, como la reproducción de los salmones, están en juego.

La situación se complica a raíz de un deslizamiento de tierra ocurrido en el cañón Farwell, que bloqueó el cauce del río Chilcotin, ubicado a aproximadamente 285 kilómetros al norte de Vancouver.

Este deslizamiento, que tuvo lugar a finales de julio, no solo truncó el flujo de agua, sino que también creó obstrucciones significativas que los salmones han tenido que sortear para poder llegar a la zona de reproducción en el lago Chilko.

La Comisión del Pacífico de Salmón señala que este año se ha registrado una migración de aproximadamente 456,800 salmones sockeye a través del río Fraser, lo que lo convierte en el segundo número más bajo desde que se comenzó a llevar un registro.

Para poner esto en perspectiva, el récord anterior de baja migración se estableció en 2020, cuando solo 396,000 salmones pasaron a través de esta importante vía acuática.

El liderazgo de la Nación Tŝilhqot'in, encabezado por el jefe Joe Alphonse, ha manifestado su profunda preocupación por la situación actual.


Normalmente, cerca de un millón de salmones atraviesan el sistema fluvial del Chilcotin cada año para reproducirse.

Sin embargo, este año las expectativas han disminuido drásticamente y Alphonse teme que solo un pequeño porcentaje logre llegar a sus lugares de desova.

"Es realmente tarde en el año.

Deberían estar en pleno proceso de reproducción ahora", comentó Alphonse.

"Si continúan atravesando el área del deslizamiento, será difícil que alcancen el lago Chilko".

La comunidad Tŝilhqot'in ha decidido pausar la pesca de salmones sockeye y chinook para mitigar el impacto sobre las poblaciones en declive y permitir que se recuperen.

Sin embargo, la recuperación no será un proceso inmediato.

Según el Departamento de Pesca y Océanos, los efectos a largo plazo del deslizamiento sobre la población de salmones podrían no ser evidentes durante varios años, incluso hasta ocho años, cuando se evalúe el estado de la nueva generación de salmones.

Es importante resaltar que la situación de los salmones sockeye no solo afecta a las comunidades locales, sino que su recuperación es crucial para toda la ecología del sistema fluvial en Columbia Británica.

La salud de sus poblaciones tiene un efecto dominó que influye en la biodiversidad y en las prácticas de pesca de todos los involucrados en la región.

En este sentido, Alphonse enfatiza que "no estamos buscando reconstruir nuestras poblaciones solo para nuestro beneficio, sino que un regreso saludable del sockeye en el lago Chilko beneficiará a todos los que dependen de los ríos aguas abajo".