Un veterinario especializado en caballos realiza una cirugía de última generación en una rinoceronte herida en el Reino Unido.
En una notable intervención que desafía las fronteras de la medicina veterinaria, un equipo liderado por el Dr.
David Stack, cirujano veterinario equino de la Universidad de Liverpool, ha llevado a cabo una cirugía de úlceras en un rinoceronte blanco llamado Amara, de apenas dos años.
Este procedimiento, que se considera pionero, consiste en una cirugía con técnica de inserción a través de un pequeño orificio, que fue realizado debido a una fractura en su pata trasera.
Amara, conocida por sus travesuras, se lesionó mientras jugaba de manera un poco ruda con otro rinoceronte en el zoológico Knowsley Safari, ubicado en Prescot, Inglaterra.
Preocupados por la gravedad de la lesión, los cuidadores de Amara pidieron ayuda al equipo de la universidad, donde el Dr.
Stack trabaja y enseña.
Al realizarle radiografías, se descubrió una fractura severa en lo que se podría describir como el "equivalente anatómico de su muñeca", donde un fragmento del tamaño de una nuez estaba atascado en su articulación provocando una hinchazón significativa.
Ante la falta de ejemplos previos en la literatura médica sobre lesiones similares en rinocerontes, el equipo tuvo que recurrir a su ingenio.
Investigaron intensamente sobre cirugías en rinocerontes y se comunicaron con un veterinario en Sudáfrica que tiene experiencia con esta especie.
Después de elaborar un plan de acción, transformaron el recinto de Amara en un quirófano improvisado y la mantuvieron bajo una fuerte anestesia durante el procedimiento, que duró alrededor de cinco horas.
El desafío inicial al que se enfrentó el equipo fue insertar la cámara para realizar la cirugía.
A diferencia de los caballos, cuya anatomía es más fácil de identificar, la piel de los rinocerontes es extremadamente gruesa, lo que complicó localizar la articulación.
Finalmente, decidieron utilizar un ultrasonido, una técnica que nunca antes habían aplicado en rinocerontes, pero que resultó eficaz gracias a la adaptabilidad de su piel.
Una vez identificada la fractura y con la guía del ultrasonido, lograron retirar el trozo de hueso roto y, por primera vez, acomodar un yeso en un rinoceronte.
Amara soportó la incomodidad del yeso durante cuatro semanas, lo cual, según el Dr.
Stack, fue un gran logro, dado que limitaba significativamente su movimiento.
Seis meses después de la cirugía, Amara se encuentra en buenas condiciones.
Los cuidadores de Knowsley Safari han compartido su alegría en redes sociales, afirmando que es un gran paso en el cuidado animal.
Durante una reciente visita del Dr.
Stack, observó a Amara disfrutando del clima y relajándose, lo que indica su recuperación exitosa.
Este esfuerzo no solo ha sido significativo para Amara, sino que también ha abierto nuevas posibilidades en el campo de la medicina veterinaria.
Ahora, el equipo está trabajando en un estudio de caso sobre el procedimiento y su recuperación, creando un mapa de referencia para futuros tratamientos que puedan ser necesarios en situaciones similares.
Cabe destacar que los rinocerontes blancos del sur, como Amara, son considerados una especie casi amenazada, con poco más de 10,000 ejemplares en libertad, lo que subraya la importancia de estos avances en la conservación y la salud de estas majestuosas criaturas.