Un nuevo programa piloto en New Brunswick busca permitir la pesca de cangrejos y langostas mientras se protegen a las ballenas del Atlántico Norte.

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El 13 de agosto de 2024, pescadores en New Brunswick se vieron obligados a levantar sus trampas y detener la pesca en 35 ocasiones distintas durante el año debido a avistamientos de ballenas francas del Atlántico Norte.

Dada su escasez, con solo entre 350 y 360 ejemplares restantes en el mundo, cada vez que se detecta una ballena en la zona, se cierra el área a la pesca para evitar enredos fatales.

Ante esta problemática, un nuevo programa piloto se ha instaurado en el suroeste de la provincia, con el objetivo de permitir que las embarcaciones de cangrejos y langostas continúen operando en alto mar.

La Asociación de Pescadores del Norte de Fundy tiene la esperanza de que la adopción de equipos de pesca sin cuerdas les permita seguir en el agua durante los avistamientos de ballenas.

Greg Beckerton, pescador de cangrejos, junto a dos pescadores de langostas, Judson Mitchell y Peter Mawhinney, están poniendo a prueba cinco tipos diferentes de sistemas de pesca sin cuerdas.

La intención es seleccionar dos de estos sistemas para realizar pruebas más amplias en la primavera.

Tradicionalmente, el equipo de pesca utiliza cuerdas que conectan las trampas en el fondo marino con una boya en la superficie, pero los nuevos métodos podrían cambiar eso.

Uno de los dispositivos que se están probando consiste en un globo inflable que se monta en el sistema sin cuerdas.

Este globo se infla y eleva las trampas a la superficie cuando se envía una señal a través de un teléfono móvil, lo que permite la recuperación efectiva y segura del equipo de pesca sin necesidad de cuerdas.

Hannah Vatcher, tecnóloga de equipos de pesca, ha formado a Beckerton en el uso de estos dispositivos durante su tiempo en el mar.

La implementación de esta nueva tecnología es crucial, dado que el entorno de pesca en la Bahía de Fundy presenta unas corrientes y mareas más fuertes del mundo, lo que convierte esta región en un lugar complicado para evaluar la efectividad de dicha tecnología.


Darlene Norman-Brown, directora adjunta de la Asociación de Pescadores del Norte de Fundy, enfatiza que este proyecto tiene una importancia vital para los pescadores locales que enfrentan constantes cierres por avistamientos de ballenas.

Este esfuerzo se une a un contexto más amplio de preocupación ambiental y conservacionista.

Desde hace años, la industria de la pesca en el Atlántico ha visto cambiantes regulaciones y desafíos debido a la necesidad de proteger especies en peligro, como las ballenas francas.

Después de que Beckerton y sus compañeros finalizaran las pruebas, se reunirán para elegir las dos tecnologías más efectivas.

La esperanza es que, mediante un enfoque colaborativo, puedan seleccionar los mejores equipos que se usarán en la próxima temporada de pesca.

En este sentido, la posibilidad de adquirir estos dispositivos recaerá en cada pescador individualmente, lo que plantea inquietudes sobre el futuro de los equipos tradicionales en el sector pesquero.

Aunque Vatcher afirma que el objetivo de las pruebas no es eliminar por completo el uso de equipos tradicionales, existe un temor entre los pescadores de que la presión por adoptar tecnologías modernas pueda llevar a la descontinuación de sus métodos convencionales.

La Asociación de Vida Silvestre de Canadá ha señalado que los pescadores necesitarán una licencia especial para utilizar estos nuevos sistemas durante las áreas de cierre.

Con este avance, se busca mantener un equilibrio entre la pesca comercial y la seguridad de las especies marinas, garantizando que los pescadores puedan seguir trabajando mientras se protege la frágil biodiversidad del océano.