La compañía tecnológica Microsoft podría modificar su política de trabajo flexible, exigiendo a sus empleados acudir a la oficina al menos tres días a la semana a partir de enero, en medio de debates sobre productividad y competencia en el sector.

Aunque aún no hay una decisión definitiva, diversos medios reportan que la nueva normativa podría requerir que los empleados acudan al menos tres días por semana a las instalaciones de la compañía.
Este cambio representa una vuelta a las dinámicas laborales pre-pandemia, cuando muchas empresas del sector tecnológico promovían el trabajo presencial como una vía para fomentar la colaboración y la productividad.
Desde 2020, #Microsoft había adoptado una política flexible que permitía a sus empleados trabajar en remoto casi la mitad del tiempo, sin necesidad de solicitar permisos específicos.
Sin embargo, la presión por recuperar la interacción en persona y mejorar los indicadores de rendimiento ha llevado a la firma a reconsiderar sus esfuerzos por mantener un entorno de trabajo más flexible.
Supuestamente, la iniciativa de Microsoft no es única en la industria. Gigantes como Google y Meta ya han establecido políticas similares, exigiendo a sus empleados trabajar en la oficina al menos tres días a la semana.
Incluso, algunas divisiones específicas de Microsoft, como el grupo de Asuntos Corporativos, Externos y Legales, ya están retornando a una mayor presencia en las oficinas, trabajando más de tres días en persona.
En contraste, otras empresas tecnológicas como Amazon han optado por mantener políticas más estrictas, requiriendo asistencia en oficina cinco días a la semana.
La misma tendencia se observa en AT&T, que implementó un esquema similar el año pasado. Presuntamente, estas decisiones están motivadas por la necesidad de mejorar la colaboración y la innovación, aspectos que algunos líderes consideran que se ven afectados por el exceso de trabajo en remoto.
El director de Nube e Inteligencia Artificial de Microsoft
El director de Nube e Inteligencia Artificial de Microsoft, Scott Guthrie, afirmó en una reunión interna el pasado septiembre que la compañía solo reconsideraría su política de trabajo flexible si la productividad global disminuyera de manera significativa.
A pesar de las especulaciones, Microsoft aún no ha oficializado los cambios y planea anunciar su decisión definitiva en los próximos meses.
Este posible endurecimiento en las políticas laborales llega en un contexto en el que el sector tecnológico ha registrado una serie de recortes de #empleo en 2025.
Hasta la fecha, 179 empresas han anunciado la eliminación de aproximadamente 80,945 empleos en todo el mundo, siendo Estados Unidos uno de los países más afectados.
Las decisiones de reducir plantillas parecen estar motivadas por la desaceleración económica y la necesidad de optimizar recursos en un mercado cada vez más competitivo.
Supuestamente, en los últimos meses, Microsoft también enfrentó controversias relacionadas con su acceso a datos, especialmente cuando se reportó que cortó abruptamente los servicios a Nayara Energy, una compañía de exploración y comercialización petrolera respaldada por Rusia, aunque posteriormente restableció los servicios.
Además, en julio, la compañía anunció un recorte del 4% de su plantilla, equivalente a unos 9,000 empleados, en una estrategia para ajustarse a las condiciones del mercado.
A medida que la competencia en el sector tecnológico continúa intensificándose, la forma en que estas grandes empresas gestionan su fuerza laboral será clave para definir su éxito futuro.