Expertos meteorológicos en Canadá advierten sobre el impacto de los recortes en NOAA y su repercusión en la temporada de huracanes.

Los recortes significativos que se han realizado en la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA) de Estados Unidos están generando preocupaciones serias entre los meteorólogos y científicos en la costa atlántica de Canadá, especialmente ante la proximidad de la temporada de huracanes.
Eddie Sheerr, meteorólogo con NTV en St. John's, ha alzado la voz, subrayando que la información de NOAA es fundamental para su trabajo diario en la predicción y seguimiento de fenómenos climáticos que pueden impactar a las comunidades.
Sheerr destacó que la agencia no solo ofrece datos sobre huracanes, sino que también facilita pronósticos vitales relacionados con tornados, tsunamis y otros eventos meteorológicos extremos.
Estos recortes, que han resultado en la pérdida de cientos de empleos en NOAA, han sido impulsados por el departamento de Eficiencia del Gobierno de EE.
UU., dirigido por el multimillonario Elon Musk. En total, se estima que alrededor de 1,300 empleados han sido despedidos y se anticipan 1,000 más en un futuro cercano.
La relevancia de los datos que proporciona NOAA es crucial, especialmente para regiones como Newfoundland, donde en 2022, Seherr utilizó información de la agencia para aconsejar evacuaciones antes de la llegada del huracán Fiona.
Aquel fenómeno provocó la destrucción de aproximadamente 100 viviendas y costó vidas. Este tipo de predicciones son esenciales en un contexto donde las tormentas, alimentadas por el cambio climático, son cada vez más severas y frecuentes.
Los meteorólogos en Canadá llevan mucho tiempo colaborando estrechamente con sus colegas estadounidenses. Esa cooperación se construiría en base a datos precisos sobre el clima, algo que se ve comprometido con los recortes recientes. Jim Abraham, exgerente del Centro Canadiense de Huracanes, ha informado que la falta de coordinación debida a estos despidos resulta caótica, lo que podría traducirse en pronósticos menos confiables en momentos críticos.
Más preocupante aún es que algunos datos vitales, como los que se obtienen de los globos meteorológicos que lanza NOAA, ya están ausentes tras la cancelación de varias de estas actividades.
Esto se traduce en un empobrecimiento de la calidad de las predicciones, lo que podría aumentar los riesgos para las comunidades costeras de Canadá que dependen de estas alertas.
Anya Waite, oceanógrafa de la Universidad de Dalhousie, advirtió sobre los efectos corrosivos que la falta de información de NOAA tendrá sobre la previsión climática.
Afirmó que estos recortes llegan en un momento crítico, ya que el cambio climático sigue exacerbando el riesgo de fenómenos meteorológicos extremos.
La falta de datos podría impedir que se desarrollen proyectos importantes destinados a mejorar la capacidad de previsión del impacto de las tormentas.
Los expertos coinciden en que sin la valiosa información que provee NOAA, la precisión de las predicciones climáticas se verá seriamente afectada, lo que generaría un entorno más peligroso para las poblaciones vulnerables.
Esto no solo tiene implicaciones para la seguridad pública, sino que también interviene en la planificación de infraestructuras y el análisis de riesgos para las compañías de seguros.
Por lo tanto, la inestabilidad en la previsión meteorológica no es un problema que afecta solo a EE. UU., sino que tiene una resonancia directa en la seguridad y bienestar de la región atlántica de Canadá.