Un brote de síndrome de la nariz blanca ha sido encontrado en murciélagos en el sureste de Alberta, lo que causa gran preocupación entre los biólogos y conservacionistas.

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Recientemente, se ha confirmado la presencia del síndrome de la nariz blanca en murciélagos en la provincia de Alberta, un hecho alarmante para los biólogos y conservacionistas.

Este síndrome, causado por un hongo llamado Pseudogymnoascus destructans, ha resultado en la muerte de millones de murciélagos en Norteamérica desde su descubrimiento en 2006 en el estado de Nueva York.

En Alberta, tres murciélagos de la especie Myotis lucifugus, comúnmente conocidos como 'murciélagos marrones', han dado positivo en pruebas realizadas en mayo y ubicadas en el sureste de la provincia, cerca del Parque Provincial Dinosaur, a aproximadamente 225 kilómetros al sureste de Calgary.

La importancia de los murciélagos en los ecosistemas no debe subestimarse; son depredadores eficaces de insectos y desempeñan un rol crucial en la polinización y el control de plagas en la agricultura.

Se estima que su actividad reduce las pérdidas agrícolas en miles de millones de euros anualmente a través de la eliminación de plagas como los mosquitos y otros insectos voladores.

Sin embargo, la propagación del hongo ha llevado a la especie a ser considerada en peligro en Canadá. En un informe emitido por el gobierno de Alberta, se indicó que el síndrome de la nariz blanca había sido detectado en murciélagos que habían sido muestreados y luego liberados.

La bióloga Dayna Goldsmith, directora regional de la Cooperativa Canadiense de Salud de la Fauna, destacó que es deprimente ver que este problema ha llegado a Alberta tras dos años desde que se identificó el hongo por primera vez en la provincia.

Desde su llegada a América del Norte, el síndrome se ha propagado rápidamente, afectando a murciélagos en casi todas las provincias canadienses, con excepción de Columbia Británica.

El hongo prospera en ambientes fríos y húmedos, típicos de las cuevas donde los murciélagos hibernan.


La tasa de mortalidad en colonias de murciélagos ha sido alarmante, con poblaciones enteras en algunas cuevas que mueren durante los meses de invierno.

El proceso de infección es devastador: el hongo invade la piel de los murciélagos, lo que les provoca desnutrición al interrumpir su equilibrio de agua y electrolitos.

Esto puede resultar en que los murciélagos se despierten más frecuentemente durante el invierno, consumiendo rápidamente sus reservas de grasa, lo que en última instancia los lleva a la muerte por inanición.

Jordi Segers, coordinador del programa científico sobre el síndrome de la nariz blanca, apuntó que los murciélagos infectados sufren una serie de efectos adversos que culminan en su mortalidad.

Por otro lado, no todas las especies de murciélagos se ven igualmente afectadas; aquellos que no hibernan, como los murciélagos polinizadores, parecen no sufrir las consecuencias del síndrome.

A pesar de no existir un tratamiento o cura actualmente, hay esfuerzos en curso para desarrollar métodos que podrían aumentar la resistencia de los murciélagos al hongo, en colaboración con instituciones académicas y la comunidad científica.

A medida que se monitorea la situación, los biólogos esperan que los murciélagos de Alberta puedan mostrar un grado de resistencia al síndrome, aunque esto sigue siendo una incógnita.

El cuidado que se les brinde a estas criaturas es una responsabilidad compartida.

Se insta a las personas a educarse sobre cómo ayudar a preservar sus hábitats y garantizar que no se vean perturbados en sus procesos de reproducción.

Con la continuación de estas iniciativas, se espera que la comunidad y los científicos puedan trabajar juntos para proteger y salvaguardar a estos vitales habitantes de nuestros ecosistemas.