El Consejo Grando Treaty 3 despliega nuevas estaciones de monitoreo de agua en su territorio para recopilar datos sobre la calidad del agua y los efectos del cambio climático, involucrando a las comunidades locales en la protección de sus recursos naturales.

El Consejo Grando Treaty 3 ha iniciado durante este verano un ambicioso programa de instalación de nuevas estaciones de monitoreo de agua en su territorio, con el objetivo de recopilar datos cruciales sobre la calidad del agua y los impactos del cambio climático en la región.
Esta iniciativa busca fortalecer la defensa de las comunidades indígenas mediante la obtención de información precisa sobre el estado de sus recursos hídricos a lo largo del tiempo.
El territorio bajo la jurisdicción de Treaty 3 abarca 28 comunidades de la Primera Nación, extendiéndose desde las cercanías de Thunder Bay, en la provincia de Ontario, hacia el norte, llegando a Sioux Lookout, cerca de la frontera internacional con Manitoba.
Históricamente, estas comunidades han dependido del agua para sus actividades tradicionales y su supervivencia, por lo que comprender con precisión cómo las alteraciones climáticas influyen en sus lagos y ríos es fundamental para su bienestar y protección.
Las nuevas estaciones de monitoreo consisten en dispositivos cilíndricos que se colocan en sitios estratégicos, generalmente cercanos a lugares sagrados, hábitats de desove de peces o zonas de captación de agua.
Estos equipos miden parámetros clave como la temperatura del agua, niveles de pH y oxígeno disuelto, elementos esenciales para analizar la salud de los ecosistemas acuáticos.
La especialista Laine Fyke, coordinadora de monitoreo ambiental en el Consejo, destaca que el aumento de la temperatura del agua puede disminuir la cantidad de oxígeno disuelto, afectando la vida acuática y alterando los hábitats tradicionales.
Además, los cambios en los niveles de pH pueden indicar contaminantes o perturbaciones químicas vinculadas a eventos climáticos extremos o actividades humanas.
Hasta ahora, se han desplegado ocho dispositivos, todos anclados a boyas amarillas de gran tamaño, y se continúa en contacto con las comunidades locales para ampliar la red de monitoreo.
El objetivo a largo plazo, si se logra asegurar la financiación, es instalar estas estaciones en todas las comunidades de Treaty 3, creando una red de datos que permita una defensa más efectiva de los recursos naturales.
La Comunidad de Madrid presenta un decálogo de buenas prácticas para proteger el Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama
La Comunidad de Madrid ha presentado un decálogo de buenas prácticas para la protección y preservación del Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama (PNSG), con el objetivo de garantizar un adecuado cuidado de este espacio natural. El PNSG celebra su décimo aniversario como lugar turístico, recibiendo alrededor de 2,5 millones de visitantes cada año. Se han establecido centros de atención y puntos de información en las áreas más concurridas.Este programa de vigilancia comunitaria tiene el apoyo de expertos internacionales, como Scott Higgins, científico senior del Instituto Internacional para el Desarrollo Sostenible (IISD).
Higgins señala que los programas de monitoreo accionados por las comunidades son vitales, ya que permiten observar en áreas remotas donde no existe cobertura ni datos regulares.
La vasta extensión del norte de Ontario, con su multitud de lagos y ríos no supervisados, hace que estos esfuerzos sean imprescindibles para obtener una visión concreta del estado del medio ambiente.
Además, el trabajo conjunto con las comunidades facilita la definición de sitios prioritarios para la colocación de sensores, asegurando que las áreas más importantes, tanto ecológicamente como culturalmente, sean monitoreadas.
Esto no solo fortalece la vigilancia ambiental sino que también empodera a las comunidades indígenas para defender sus territorios frente a amenazas externas, incluyendo proyectos de desarrollo, minería o actividades industriales que puedan deteriorar los recursos vitales.
Finalmente, Fyke reitera la importancia de respetar las instalaciones y no interferir con los equipos durante la temporada de aguas abiertas. Ella subraya que "el agua es sagrada" y que la protección de este recurso es un compromiso de todos. La recopilación de datos permitirá a las comunidades y a los defensores del medio ambiente identificar tendencias, advocates y presionar por políticas más responsables en el manejo de recursos naturales.
Es un esfuerzo que evidencia la relación intrínseca entre las comunidades históricamente vinculadas a la tierra y su entorno acuático, y la necesidad de actuar frente a los cambios que amenazan su modo de vida y la salud del planeta.