Profesionales de la Universidad de Western indagan sobre la relación entre un devastador incendio forestal y la formación de tornados en el Parque Nacional Jasper.

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En el Parque Nacional Jasper, donde las llamas de un incendio devastador han arrasado aproximadamente 13.200 hectáreas, un grupo de investigadores de la Universidad de Western se encuentra analizando la posibilidad de que algunos de los daños causados se deban a la formación de tornados, un fenómeno natural poco común pero de grandes consecuencias.

Los datos recolectados por el Proyecto de Tornados del Norte han llevado a un equipo a investigar los efectos del incendio que, aunque ahora está controlado, destruyó cerca del 30% de los edificios en la zona.

La comunidad de Jasper ha reabierto sus puertas a los visitantes, pero los investigadores se enfrentan a un desafío importante: determinar si un tornado se formó a causa del intenso calor generado por el incendio.

David Sills, director ejecutivo del proyecto, comentó que se observó evidencia de que enormes objetos, incluidas estructuras metálicas pesadas, fueron desplazadas considerablemente afectando la zona.

"Había árboles enteros levantados y grandes objetos metálicos arrojados al otro lado del río.

En ese momento supimos que era crucial investigar", afirmó Sills.

Históricamente, la formación de tornados de fuego, aunque no es un evento común, ha sido documentada en diversas ocasiones, siendo la más reciente en Gun Lake, en la Columbia Británica.

Durante el mes de agosto, la comunidad sintió su impacto con un tornado generado por el fuego que fue oficialmente confirmado.

Esto resalta la importancia del estudio en curso, ya que cualquier nueva confirmación de un tornado similar elevaría no solo el interés científico, sino la preocupación sobre cómo estos fenómenos pueden amplificarse con el cambio climático y el aumento de incendios forestales.


Los investigadores están utilizando drones para obtener una vistas aéreas del daño así como inspeccionando de cerca las áreas afectadas.

"Pudimos capturar video de drones sobre la devastación y también documentar la dirección en que los árboles han caído", dijo el ingeniero Aaron Jaffe.

Esta información es esencial para realizar un análisis detallado y calcular las posibles velocidades del viento durante el evento.

Hablar de tornados de fuego también conlleva entender cómo estos fenómenos se forman.

Según la Royal Meteorological Society, un tornado de fuego se origina de nubes de pirocúmulo, creándose a partir del intenso calor generado por incendios enormes, desarrollando sistemas meteorológicos propios que pueden ser devastadores.

"No es común que se formen, y es un evento significativo", expresó Areez Habib, estudiante de meteorología involucrado en el proyecto.

La urgencia de esta investigación surge no solo porque los fenómenos han aumentado, sino también por la necesidad de preparar a comunidades como Jasper para eventos climáticos extremos futuros.

El grupo también estudia la relación entre el humo de los incendios y la reducción del número total de tornados que se forman anualmente, sugiriendo que la reducción de la luz solar puede influir en los procesos que generan estos fenómenos.

Con esto, los investigadores de la Universidad de Western se posicionan a la vanguardia de un campo de estudio que podría cambiar la forma en que entendemos la interacción entre incendios forestales y tornados.

Con el aumento de las temperaturas y la frecuencia de los incendios, sus hallazgos son más relevantes que nunca.