India prepara su primera misión espacial tripulada en más de 40 años, con planes ambiciosos para expandir su presencia en el espacio y convertir su sector espacial en un actor relevante a nivel mundial, apoyándose en la colaboración con empresas privadas y tecnología internacional.

La nación busca no solo alcanzar logros científicos y tecnológicos, sino también potenciar su economía a través de una expansión estratégica en el sector aeroespacial.
La historia de la #exploración espacial en #India comenzó en los años 60, con la creación de la Organización de Investigación Espacial de la India (ISRO, por sus siglas en inglés), que logró hitos como el lanzamiento del satélite experimental Rohini en 1980 y el exitoso envío del satélite de observación anamórfico en 1981.
Sin embargo, no fue sino hasta 2014 que India consiguió su primer satélite de comunicaciones en órbita geoestacionaria, una muestra de su creciente capacidad tecnológica.
Recientemente, la India ha mostrado ambición de alcanzar nuevos horizontes, con proyectos que involucran la exploración lunar, marcando un récord en 2019 con la misión Chandrayaan-2, que logró llegar al polo sur del satélite en condiciones desafiantes.
La próxima etapa de esta estrategia es el lanzamiento de su primer vuelo espacial tripulado, llamado Gaganyaan, previsto para 2026. Este programa pretende enviar a varios astronautas a la órbita terrestre durante unos días, con el objetivo de estudiar los efectos de la ingravidez en humanos y fortalecer la capacidad tecnológica de la India para futuras misiones a la Luna, Marte e incluso más allá.
En esta misión, India planea colaborar con agencias internacionales y empresas privadas, siguiendo un modelo similar al que Estados Unidos, China y Rusia han implementado desde hace décadas.
Para ello, India ha abierto su sector espacial a empresas nacionales e internacionales, atrayendo inversiones millonarias y fomentando startups que trabajan en tecnología satelital, vehículos espaciales y sistemas de lanzamiento.
Actualmente, el país cuenta con más de 250 startups en el sector aeroespacial, generando unas 9500 millones de euros (cerca de 10 mil millones de dólares) en inversión y empleando a más de 100,000 profesionales.
El papel de la colaboración internacional es clave para India
El papel de la colaboración internacional es clave para India, que busca mejorar la competitividad y reducir costos. La ministra de Ciencia y Tecnología, Jitendra Singh, ha mencionado que la estrategia india “es aprovechar la experiencia y la innovación de la industria privada para acelerar los avances y reducir los costos de lanzamiento, haciendo que los viajes espaciales sean más accesibles y sostenibles”.
Además de los programas tripulados, India tiene en marcha diversas misiones científicas. La misión Chandrayaan-3 en 2023 fue un éxito rotundo, llevando un rover al lado oscuro de la Luna, en un intento de comprender mejor los recursos y las condiciones en esa parte del satélite.
También se han enviado satélites a Marte, y en los próximos años, India tiene planes de construir su propia estación espacial, que orbitará la Tierra y servirá como plataforma para experimentos científicos y futuras misiones interplanetarias.
El objetivo sería, para 2040, tener un astronauta caminando por la superficie lunar, algo que solo Estados Unidos, Rusia y China han logrado hasta ahora.
Los expertos creen que el éxito de estos programas puede consolidar a la India como uno de los principales actores en el sector aeroespacial mundial, no solo por sus avances tecnológicos, sino también por su visión de desarrollo económico y científico.
El crecimiento del sector espacial en India también tiene un impacto educativo y cultural. Desde escuelas y universidades, los jóvenes están cada vez más inspirados por las historias de exploradores y científicos, y participan en programas que fomentan el interés por las STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas).