India avanza en su estrategia tecnológica al certificar un sistema de telecomunicaciones que opera exclusivamente con chips fabricados en el país, marcando un hito en la reducción de dependencia de importaciones y abriendo nuevas oportunidades de exportación.

Este logro representa un avance significativo para la industria de #semiconductores en India, que busca reducir su dependencia de componentes importados, una vulnerabilidad que ha sido destacada en varias ocasiones por expertos internacionales.
El ministro compartió en la plataforma X (antes Twitter) que este desarrollo constituye un 'gran salto' para la historia tecnológica del país. Según sus palabras, 'por primera vez, un sistema de telecomunicaciones que funciona con chips 100% fabricados en #India ha pasado las estrictas pruebas de estándares y calidad del TEC'.
La certificación del TEC es una referencia clave en el sector, ya que garantiza que los equipos de telecomunicaciones cumplen con los estándares de rendimiento y seguridad más rigurosos.
Este logro no solo favorece la autosuficiencia tecnológica de India, sino que también posiciona a los chips locales en igualdad de condiciones frente a sus homólogos internacionales, abriendo la puerta a oportunidades de exportación en un mercado global dominado por países como Taiwán, Corea del Sur, Japón, China y Estados Unidos.
Actualmente, India se esfuerza en fortalecer su cadena de suministro y en ampliar su capacidad en diseño, ensamblaje, pruebas e integración de semiconductores.
Supuestamente, una de las motivaciones para este esfuerzo es reducir la dependencia de importaciones, que en 2023 alcanzaron un valor estimado de 34 mil millones de euros (unos 36 mil millones de dólares).
Lo que impulsó a India a adoptar una estrategia que combina inversión en investigación y desarrollo
La escasez global de chips durante los últimos años evidenció la vulnerabilidad de las cadenas de suministro internacionales, lo que impulsó a India a adoptar una estrategia que combina inversión en investigación y desarrollo, y en infraestructura.
Dentro de esas iniciativas, destaca la creación de la Misión de Semiconductores de India (ISM), lanzada en 2021, con un esquema de incentivos por valor de aproximadamente 5.800 millones de euros (unos 6.100 millones de dólares), conocido como esquema PLI. Gracias a este plan, varias empresas están desarrollando proyectos de gran escala, como la fábrica de Tata Electronics en Dholera, con una inversión que superaría los 10.700 millones de euros (unos 11.300 millones de dólares), y la nueva planta de empaquetado de Micron en Sanand, que cuenta con una inversión cercana a los 2.500 millones de euros (unos 2.600 millones de dólares).
Presuntamente, también se están promoviendo líneas piloto de ensamblaje y pruebas en otras regiones del país, en un esfuerzo por fortalecer toda la cadena de valor del sector.
India se ha enfocado en nodos tecnológicos de 28 a 65 nanómetros, considerados críticos para aplicaciones en telecomunicaciones, automoción e industrias industriales.
El mercado de semiconductores en India, que en 2023 alcanzó un valor aproximado de 35.000 millones de euros, se espera que crezca a entre 42.000 y 47.000 millones de euros en 2024-2025, con proyecciones de alcanzar los 90.000 a 100.000 millones de euros para 2030. Globalmente, se estima que el mercado de chips alcanzará el billón de euros en la misma fecha, consolidándose como uno de los sectores más dinámicos y estratégicos de la economía internacional.
Este avance en India refleja una tendencia mundial hacia la autosuficiencia tecnológica y la diversificación de las cadenas de suministro, en un contexto de tensiones geopolíticas y conflictos comerciales que afectan a las principales potencias productoras de semiconductores.
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