Un nuevo estudio revela que los mamíferos contemporáneos de los dinosaurios compartían un color marrón oscuro, ofreciendo nuevas perspectivas sobre su evolución y hábitat.

Un nuevo estudio ha revelado que durante la era de los dinosaurios, los mamíferos que coexistían con estos gigantes tenían, en su mayoría, pelajes de un color marrón oscuro.
Esta investigación, publicada en la revista Science, ofrece pistas sobre la evolución de estos mamíferos que vivieron en un ecosistema dominado por grandes depredadores.
Los autores de la investigación utilizaron técnicas científicas avanzadas, similares a aquellas que han permitido descubrir los colores de las plumas de dinosaurios antiguos y aves prehistóricas, utilizando seis especímenes fósiles bien conservados y potentes microscopios para examinar la forma de los melanosomas, que son las partes celulares responsables de la producción de pigmentos.
Anteriormente, estudios relacionados habían demostrado que la forma de estos melanosomas se correlaciona con el color del pelaje de los animales.
"De la misma forma en que el primer mapa de color de un dinosaurio extinto abrió un nuevo ámbito de investigación, este trabajo también lo hace, y eso es muy emocionante", comentó Julia Clarke, coautora y paleontóloga de vertebrados en la Universidad de Texas en Austin.
Clarke también destacó que conocer el color del pelaje de estos mamíferos representa un avance significativo en la comprensión de otros aspectos de su vida y evolución a lo largo del tiempo.
Aunque los mamíferos actuales no son tan coloridos como los pájaros, presentan una mayor variabilidad cromática que sus antepasados.
La importancia del color en el pelaje de los mamíferos no se puede subestimar. Jugando un rol crucial en aspectos como la regulación de la temperatura corporal, el camuflaje y la señalización de agresividad o fortaleza hacia otros animales, cada uno de estos aspectos juega un papel vital en la adaptación y supervivencia.
Lilian D'Alba, coautora y bióloga evolutiva en el Naturalis Biodiversity Center en Leiden, Países Bajos, afirmó: "Los colores son una manera para que los animales interactúen con su entorno.
También pueden brindar información sobre cómo estos organismos interactúan con la temperatura y la humedad, así como con otros seres vivos".
Fascinantemente, D'Alba sugiere que futuras investigaciones podrían detallar cómo los mamíferos desarrollaron abrigos más coloridos tras un evento de extinción masiva hace aproximadamente 66 millones de años.
Después de que los dinosaurios y otros depredadores fueran eliminados, los mamíferos que sobrevivieron encontraron un nuevo espacio ecológico para colonizar.
Esto contrasta con su vida anterior, donde se cree que eran predominantemente nocturnos, dependiendo más del olfato y del oído que de la vista.
"Este cambio de condiciones propició la evolución de diversos estilos de vida en los mamíferos", explicó D'Alba, resaltando que con los nuevos entornos también surgieron una explosión de nuevas especies.
A lo largo de este estudio, se encuentra la noción de que el color del pelaje está intrínsecamente relacionado con la evolución de habilidades vitales para la supervivencia.
La investigación también apunta a que los mamíferos que coexistieron con los dinosaurios eran en su mayoría nocturnos, lo que brinda un contexto invaluable sobre cómo esta adaptación pudo haber influido en su desarrollo, incluyendo características como el tamaño de su cerebro y habilidades reproductivas.
Estos hallazgos subrayan la relevancia de entender cómo el color y el pelaje de los mamíferos están conectados con su historia evolutiva y su interacción con el medio ambiente de la época.