La reducción de presupuestos en investigación en Estados Unidos afecta también a Canadá, que enfrenta la necesidad de fortalecer su comunidad científica y afrontar los desafíos que esto implica a nivel internacional.

En los últimos meses, el gobierno estadounidense ha recortado miles de millones de dólares en financiamiento dedicado a investigaciones en áreas como el medio ambiente, la salud pública y la exploración espacial, generando incertidumbre en la comunidad científica global.
Para entender la magnitud de estos recortes, cabe recordar que Estados Unidos ha sido históricamente uno de los mayores inversores en #investigación e innovación.
Por ejemplo, en 2024, la reducción presupuestaria para agencias como la NASA, el NOAA (National Oceanic and Atmospheric Administration) y los Institutos Nacionales de Salud alcanzó cifras cercanas a unos 5.500 millones de euros, aproximadamente. Estas cuantías impactan en la continuidad de programas de monitoreo del clima, exploración espacial y avances médicos.
El efecto dominó de estas decisiones también afecta a Canadá, que mantiene estrechos lazos científicos con su vecino del sur. Muchas instituciones canadienses participan en proyectos internacionales en colaboración con agencias estadounidenses, compartiendo datos y recursos que son vitales para el avance científico.
La CEO de Ocean Networks Canadá, Kate Moran, ha manifestado su preocupación ante la posible pérdida de apoyo estadounidense y la consecuente disminución de información valiosa, como los datos obtenidos del sistema Argo, que recopila información oceánica mediante robots flotantes.
Además, estudios y proyectos específicos en el campo del cambio climático, como HAWC (que mide aerosoles y vapores en la atmósfera superior), podrían frenar sus avances o suspendidos ante la falta de financiamiento y soporte tecnológico.
En total, las reducciones propuestas por la administración Trump en 2025 se estimaron en unos 660 millones de euros para la NASA, lo que representa casi una cuarta parte de su presupuesto global.
El gobierno de #Canadá ha expresado su intención de fortalecer su propia capacidad de investigación
La comunidad científica canadiense no es ajena a esta situación y ha comenzado a buscar estrategias para hacer frente a estos desafíos. El gobierno de Canadá ha expresado su intención de fortalecer su propia capacidad de investigación, promoviendo inversiones en #ciencia y tecnología, y fomentando la colaboración interna e internacional.
Frédéric Bouchard, experto en filosofía de la ciencia y decano en la Universidad de Montréal, subraya que Canadá debe asumir una mayor responsabilidad y no limitarse a esperar que otras naciones hagan el trabajo duro.
Bouchard también ha destacado la importancia de apoyar a investigadores y estudiantes de posgrado, quienes enfrentan incertidumbres respecto a futuras oportunidades en sus campos.
La idea es consolidar un ecosistema de investigación robusto que permita a Canadá mantener la competitividad y autarquía en áreas clave como el cambio climático, la salud pública y la exploración espacial.
Por su parte, científicos como Moran reiteran que, a pesar de las dificultades, Estados Unidos todavía cuenta con una infraestructura científica sólida y que, en caso de más recortes, Canadá debería estar preparada para absorber algunos recursos humanos y tecnológicos en busca de mantener el ritmo de desarrollo.
Además, la cooperación en proyectos internacionales, como la misión conjunta NISAR, que involucra a NASA e ISRO (la agencia espacial india), podría verse seriamente afectada si no se aseguran los presupuestos necesarios.
En conclusión, las recientes decisiones en Washington obligan a Canadá a acelerar su propio camino en investigación y desarrollo. Es un llamado a reforzar la soberanía científica y a visualizar un futuro en el que la ciencia canadiense no dependa exclusivamente del apoyo extranjero.