Un triste suceso ha marcado a la comunidad de Wine Harbour en Nueva Escocia: en diciembre, una ballena jorobada fue hallada muerta a aproximadamente dos kilómetros de un santuario propuesto para cetáceos.

Este incidente ha resaltado la urgencia de crear un refugio para orcas, belugas y otros cetáceos que actualmente viven en cautiverio en parques marinos.

El proyecto del santuario ha estado en proceso durante varios años, impulsado por la organización Whale Sanctuary Project, dirigida por Charles Vinick.

Aunque anteriormente se aspiraba a tener el refugio operativo para 2024, el tiempo y las circunstancias han llevado a un replanteo de las expectativas.

"Hemos trabajado incansablemente para estar listos para recibir a las ballenas que nos necesiten", comentó Vinick en una entrevista realizada tras su visita a Nueva Escocia.

El proyecto ha cumplido con todos los requerimientos solicitados por los gobiernos provincial y federal para establecer este refugio en la costa este de la provincia.

A raíz del cierre inminente de Marineland en Francia, donde residen actualmente dos orcas, la organización está haciendo gestiones para ser su nuevo hogar.

La decisión final recae en el gobierno francés, que deberá determinar el futuro de estos animales.

Según las leyes nacionales, Marineland debe separar a estos cetáceos antes de diciembre de 2026, lo que obliga a las autoridades a encontrar una solución adecuada.

Un informe elaborado para el gobierno francés sugiere que se emita un permiso para la posible transferencia de las orcas al santuario en Nueva Escocia, lo que representaría una gran oportunidad y esperanza para los defensores de los derechos de los animales.

La otra opción contemplada es trasladar a las orcas a Loro Parque en España, donde vivirían en una piscina, lo que ha generado diferentes opiniones sobre el bienestar animal.

Los movimientos de la ballena franca del Atlántico Norte en peligro de extinción son 'totalmente diferentes' en el Golfo de San Lorenzo en 2023

Las ballenas francas del Atlántico Norte en peligro de extinción llegaron al Golfo de San Lorenzo más tarde de lo habitual en 2023 y luego aparecieron en lugares donde nunca antes habían sido vistas, según pescadores, científicos y administradores de pesca canadienses.

Javier Almunia, director de la Fundación Loro Parque, ha declarado que su interés por acoger a estos animales se basa en el compromiso de proporcionar atención adecuada a animales en necesidad.

Sin embargo, Vinick sostiene que un santuario en aguas naturales sería significativamente mejor para el bienestar de las orcas en comparación con el ambiente controlado de un acuario o parque marino.

"Nuestro enfoque es claro: queremos ofrecer a estos cetáceos un ambiente que les brinde mejores condiciones de vida", agregó Vinick.

El director del proyecto espera que, con la debida aprobación, las orcas puedan llegar al refugio en Barrachois Cove para el año 2025. Sin embargo, este objetivo está íntimamente ligado a las capacidades de recaudación de fondos de la organización.

La primera fase del proyecto contempla que las ballenas vivan en un área protegida, lo que representa un esfuerzo significativo para garantizar su bienestar.

Aunque Vinick se muestra optimista, también es realista al afirmar que el progreso dependerá de la capacidad de la organización para movilizar recursos suficientes.

"Realmente estamos haciendo buen progreso y, si obtenemos luz verde del gobierno francés para traer a estas orcas a Nova Scotia, eso podría impulsar nuestras futuras campañas de recaudación de fondos".

Este proyecto no solo es importante para el bienestar de las orcas, sino que también representa un paso crucial hacia la sensibilización y mejora de las condiciones de vida de animales que durante años han sido objeto de espectáculos en parques marinos.