Una ballena jorobada murió después de encallarse en la Isla Sable, 40 años después de haber sido avistada por última vez en el Caribe. La ballena tenía aproximadamente 12 metros de largo y pesaba al menos 25 toneladas.

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Una ballena jorobada murió a principios de noviembre después de encallarse en la Isla Sable, ubicada a unos 200 kilómetros de la costa de Nova Scotia en Canadá. Trabajadores de Parques Canadá determinaron que no pudieron salvar al animal y que se trataba de la misma ballena avistada hace más de 40 años.

El avistamiento original de la ballena fue realizado en 1982 en el Banco de Plata, al sur de la República Dominicana.

Desde entonces, no se había vuelto a ver a este ejemplar hasta ahora.

Durante el incidente, los trabajadores de Parques Canadá tomaron fotografías de la ballena y las enviaron a centros de investigación en Maine y Massachusetts para su análisis.

Allí confirmaron que se trataba de una ballena que llevaba más de 30 años sin ser vista.

Según los expertos, esta ballena tenía al menos 43 años, aunque algunas de estas especies pueden llegar a vivir hasta los 80 años.

El equipo de rescate decidió no intentar salvar al mamífero debido a las difíciles condiciones y el tamaño del animal, que superaba las 25 toneladas.


Aunque normalmente se realizaría una necropsia para determinar la causa de la muerte, en este caso no será posible debido a la ubicación aislada de la Isla Sable y al tiempo transcurrido desde el fallecimiento del animal.

Sin embargo, se están tomando muestras para pruebas genéticas.

Esta triste noticia nos recuerda la importancia de la conservación de estas especies marinas y de la protección de su hábitat.

La ballena jorobada es una especie emblemática y su desaparición nos afecta a todos.

Además, es necesario mejorar las capacidades y recursos de los organismos de rescate para poder actuar en situaciones como esta.

Históricamente, se ha demostrado que un encallamiento puede ser fatal para estos gigantes del mar, y es tarea de todos garantizar su supervivencia.

Esperamos que la muerte de esta ballena jorobada genere conciencia sobre la importancia de proteger nuestros océanos y su biodiversidad y que se tomen medidas para evitar que tragedias como esta vuelvan a ocurrir.