Un pronóstico de la Administración Europea de Predicción del Clima Espacial señala una fuerte tormenta geomagnética, lo que incrementa las probabilidades de ver las auroras boreales en múltiples países europeos durante los próximos días, aunque su intensidad y visibilidad dependen de diversos factores atmosféricos y lunares.
La Agencia Europea de Predicción del Clima Espacial ha alertado sobre una intensa #tormenta geomagnética de nivel G3 en su escala, que puede generar condiciones ideales para observar estas luces en el cielo nocturno.
Este fenómeno, comúnmente asociado con eventos solares de gran intensidad, ocurre cuando partículas energéticas liberadas por el Sol interactúan con el campo magnético terrestre.
La historia de las #auroras boreales se remonta a tiempos ancestrales en los Cálculos de la ciencia indican que estos fenómenos se producen tras fuertes erupciones solares, como las llamaradas solares, que envían flujos de partículas altamente cargadas en dirección a la Tierra.
Cuando estas partículas chocan con la magnetosfera y los gases de la atmósfera superior, se produce un espectáculo luminoso en el cielo, visible en latitudes altas pero, en ocasiones, también en regiones más al sur.
Durante los últimos días, el Sol ha lanzado al #espacio al menos tres eyecciones de masa coronal (CME, por sus siglas en inglés). De estas, una de ellas se dirige directamente hacia la Tierra, lo que ha generado expectativas sobre una posible exhibición de auroras en países como Noruega, Suecia, Finlandia y Escocia, así como en regiones más alejadas del Norte de Europa.
La intensidad y la visibilidad del fenómeno dependerán en gran medida de la velocidad del viento solar y de la orientación del llamado ‘agujero de aurora’, una zona en el sol cuya actividad acelera la entrada de partículas hacia nuestro planeta.
El pronóstico actual indica que la tormenta geomagnética podría alcanzar un nivel de G3
El pronóstico actual indica que la tormenta geomagnética podría alcanzar un nivel de G3, considerado fuerte, en su escala del G1 al G5. Sin embargo, existe cierta incertidumbre, ya que estos eventos son complejos de predecir con precisión y una serie de variables, como la fase lunar, pueden afectar la visibilidad.
La luna llena, por ejemplo, puede restar intensidad a la visualización de las auroras más tenues.
Para quienes deseen intentar observarlas, los expertos recomiendan alejarse de fuentes de contaminación lumínica y contar con un horizonte despejado hacia el norte, donde generalmente se concentran las auroras.
Actualmente, existen aplicaciones móviles y plataformas en línea, como Aurora Alerts y My Aurora Forecast, que permiten verificar la probabilidad de avistar las luces en distintas ubicaciones.
Históricamente, las auroras boreales han fascinado a culturas antiguas, quienes las interpretaron como mensajes divinos o presagios. En países como Noruega, Suecia y Canadá, las auroras son un evento anual y cada vez más frecuente debido a la actividad solar, que tiende a ser más intensa en ciclos de aproximadamente 11 años.
La última gran tormenta solar ocurrió en 2012, causando interrupciones en comunicaciones satelitales y en las redes eléctricas, ejemplificando cómo estas sorprendentes luces pueden también tener efectos en nuestra infraestructura moderna.
